La ranáncula

Dicho el conjuro de la manifestación holística, un engendro dicotómico brotó de la nada. Tenía forma semejante a un fémino enajenado en tiempos de crianza y su percepción racional carecía del sentido bicéfalo de sus congéneres anteriores. No dormitaba como cualquier otro miembro computerizado por la esencia consciente, no percibía como los adenísticos superiores, ni se conjuntaba entre idénticos a su funcionalidad arquetípica. Era, con mucho tiento, una intromisión anormalística rellena de ansiolíticos inmunes al desprestigio genérico de ciertos presagios adoctrinados por la contaminación del cerebrérrimo pensamiento supremo.
Entre los barullos coetáneos de impronta capacidad transmutable, caminaba a saltos galopantes que le bamboleaban con estrépito las oculares protuberancias ojísticas.
Del mismo modo, con ciertos filamentados semejantes a unos atrevidos pelillos en compostura osada, situados circunstancialmente sobre el caparazón blandengue del eje  mentalóide,  luchaba aguerrida como leonina galaxia renacentista.
A cada salto que la desplazaba por encima de su mundo natural, una bocanada   de atmósfera purificada se adentraba en sus órganos vitales receptores. Eso la expandía dentro de sí como un manto momentáneo infinitamente proyectado, y la hacía engrandecerse emocionálmente hasta la desfragmentación de sus conjuntivados átomos.
La ranáncula era un extraño ser.........

Omnisciente Teatro

Se elevan voces altivas que pleitean por manifestar sus síndromes desdichados con la desmesura impotencialista del visceral  contingente humano. 
Cada cual pensante esgrime una escrutural concatenación de aportes henchidos de absorbentes actos dramáticos y pantallean nubarrones hirientes de finiquitud entre muecas que desdibujan la trayectoria lineal de inciertos horizontes futuristas.
Cabalgan pasivas sus tétricas dudas comulgando con el devenir espectral de los jinetes apocalipteros y estáticos, sulfuran sobre la resquebrajada grieta que expande misérrimas condescendencias coetáneas que abrillantan la soez mente del patibulario enjámbrico.
La sentencia soterrada persiste, sin que ella misma signifique algo más que inconsistencia e incongruente lamento.

Perfidia Innatura

La contubérnica esencia divina irradia bombeantes fluctuaciones de calórica neutrinidad cósmica hacia la palpitante constelación del conglomerado humano, tintineando voluminosas fluorescencias subatómicas que se precipitan en un raudal energético de incalculable potencialidad, configurando un preocupante escenario de caóticas circunstancias. Mientras, en la profunda estancia de los moradores del esférico Quántum terraqueo, la supervivencia metabólica de la existencialidad sapientista pende de un hilo a punto de deshilacharse; los fogonazos y bramidos del díscolo disco solar se repiten incansables como ráfagas balísticas de un revolver espectral. Los antaños profeticistas ya contemplaron, en su afán de prevenir a sus desnaturalizados descendientes, aquellos avatares cíclicos de amenazante concatenación de eolos transmutacionales, que llevados de la premeditación ególatra de súper-densos conceptos ambicionales, encendieron el rojo alarmismo del declive civilizador. Inter-conexionados la obra y el creador en ese lapsus de repulsivo magnetismo presuntuoso, apuntan en sentidos opuestos cuando la precipitación del momento llegado, manifiesta elocuentemente la perfidia magnificiente que supone el descalabro pánfilo entre las partículas de ínfima suposicionalidad inversa. Esto hace que toda la esforzada e interesada ciencia humanística sea incapaz de penetrar en el caparazón protector del devenir, bajo fricciones hegemónicas de pretensiones innaturales.

La melodía del Windows......

La melodía del windows anuncia que la puerta al espacio virtual se va configurando. Aprieto un botón y ya toy en el facebook listo para utilizar el trabalenguas habitual, intentando comunicarme con una multitud de amiguetes desconectados. Decido entonces iniciar un monólogo en el muro, que se ha convertido para mí en una muralla franqueable sin mayor pudor, que me transporta como una pluma hacia la vida de los demás. Cada tarde parto desde mi refugio cibernético utilizando la autopista de los internautas; expandida por todo el globo terráqueo como un gran periodista polifacético. Detecto de paso a un jubilado regenerando sus neuronas con aportes de la biblioteca wiki, así que aprovecho para ver el buzón. Encuentro entre tanto spam y tanto “pásalo es importante” un e-mail de un colega que decidió hacerse artista con el sobrenombre de “El Candela”. Tá pirao, pero tiene ocurrencias fuera de lo común. Me dice que proyecta hacer en Barcelona un montaje colgante. El tipo quiere poner una escalera de treinta metros de altura, metro más metro menos, en la explanada del recinto ferial de Plaza España, conectando un cable de ida y vuelta con Montjuïc para hacer aterrizar y despegar el avión del parque de atracciones. Igualmente me comenta que ha diseñado un transporte público extraurbano que reunifica las cualidades y características del tren, barco y autobús juntos: “el trenbarbús”. Me llamará al móvil en unos días e iremos a algún concierto y de paso me explicará directamente sus proyectos. Creo que preferiría antes un poema interminable de Allan Poe…Pero quien sabe, igual es interesante la cosa. Mientras tanto, se me cuela en la pantalla publicidad de algún parado que posiblemente ha montado su propia tienda a porcentaje, anunciando jarabe dietético para señora y un perfume pachuli de bebé. Una revista muy conocida regala juegos de sábanas con bordados a mano sí adquieres una maquinita de hacer chocolate caliente al punto… Ni las cloacas me desagradan más que estos intrusismos visuales de guante blanco. Lo cierro todo con un “click” y me centro en buscar páginas con el término “dadaísmo”, pues me interesa el tema. En resumidas cuentas, esto es lo que encuentro entre miles de sugerencias: “La palabra surge de la casualidad: abriendo las páginas de un diccionario con la ayuda de un cuchillo, el primer término señalado fue ese: dada. De acuerdo con otras versiones, fueron los camareros del Café Terrasse, lugar donde se solían encontrar estos artistas centroeuropeos, quienes identificaron primeramente al grupo como dada: para esos camareros, las lenguas habladas por aquellos emigrados eran incomprensibles, salvo la sílaba "da-da" ("sí, sí", en ruso y otras lenguas). En pocos meses los espectáculos del café Voltaire fueron famosos en la ciudad Suiza. El espectáculo dadaísta había nacido, cargado de provocación, tendencia agresiva, propuestas ilógicas y absurdas”. Harto de teclear apago mi prolongación electro-mecánica-mental y proyecciono la esencia física personal hacia el paseo, en busca de un mirador portuario. El cristalino atardecer junto al mar hace que la voz del estómago reclame su parte. El bar “Museo del pez frito” está repleto de comilones agolpados frente a la pizarra donde un enorme y fotográfico bocadillo se auto-exhibe. Los precios oscilan como un péndulo nervioso y enfrían las ganas mientras espero el té bajo un parasol libre. Al camarero se le ha olvidado la cuchara y le regalo un gesto de indefinible sugerencia, mientras ya pienso en un apetitoso desayuno matinal.

vottadsme ah mhhííí......!!

¡¡Queridísimos hermanos en la tribulación de los últimos días....!! Es necesario que sepais de las terribles heridas que el mundo dejará en vosotros en estos tiempos de derrota y declive humano.
A pasos agigantados nos enfrentamos a la espantosa y cruda realidad que significa tener que volver a vivir momentos tan cruentos como los que ya se dieron en el pasado...
Mientras que esto comienza a manifestarse de modo incuestionable, el consorcio de personalidades que conforman a la respetabilisísima responsabilidad de la sociedad entera, permanece impasible e inalterable ante una situación que abocará a toda la civilización a su exterminio y desaparición.....
¡¡Queridíssimoss hergmangnos de losff fúltimosss gdiiags!! antte thannta agsveehrsigadd, hipfff!! drequiedgo musssha attensiii ónn padga intenn tadrg sallvagg a la hussmanidddá....podeddso insss, hippsff!!, ssisfto: quedd eztossg massmodn...hippssf!! nnees, noooh sheannn lossh queeeeeh goddbiednen lad nadd... hippsshf!! veed.
Quedd seed vahddllann ahhshedd hippsff!! pugñññedta....vottadsme ah mhhííí, hippspf!! y adf mhi Al,Al,Al...hipppshhgf!! liééemmh. Noshf safgf varé...hippspf!! mmosssh....Múú chhhasg ghraa...hippsff!! ciiiashhhg.
Uun cOrddialll Safluddo QUus+ánntigg...hipppsff!! ccoooh....

Convulsa paranoia.

Trémulos compases de adrenalina cabalgan ráudos a través de los pensamientos, congestionados por la extrema aceleración de la enorme mole. Un vértigo de resoplidos nocturnos acometen sin compasión a mis repámpanos auditivos, los cuales son incapaces de decodificar el cúmulo de chirridos bramantes y agresivos. La abertura cristaloide por el que asoma la insigne computadora mental de mi consciente, cede convencida, tras lo cual, una élite informante de órdenes coactivas hace que me repliegue hacia el interior del habitáculo en movimiento.
A partir de ahí, continué el trayecto sentado, leyendo algo de fantasía galáctica mientras era trasladado por el paralelismo sempiterno de la dura línea viaria inacabable.

Anacrónicos rememorandos del pasado.

Ingente desengaño y nueva artimaña de connivencia dadaista. El guión estaba decantado, el artilugio se confabulaba con la desidia teatrera de la puesta en escena; un homenaje a la labor de insignes autoridades conceptualistas de largo entramado nacionalístico. Que premien con más especiales laureles, que no se seca el bolsillo de la "gratificación", que el ojo no guiñe más que para encantar un instante, que no cieguen la voz plumera del teclista ensoñador.
Mis carambolísticas probabilidades estaban echadas con sensitiva enajenación mental, muy previas al desenlace final de la otorgación malideciente. Y no es que no se lo merecieran los otros por méritos acumulados en años de intenso trabajo....Muy al contrario, pero no era el lugar ni el momento. Varios ganan perdiendo fuelle y el resto, cientos, pierden ganando razones para no fiarse de los murmullos saloneros en casas de postín. Estos otros eran, son y reseguirán siendo los inductores a lo anti-sano del ejercicio escribiente bajo una concupiscencia doblegada al amigoteo fraternal. ¡¡Que os vaya bien, anacrónicos rememorandos del pasado!!.

Un robot en el metro

¿Os imaginais cómo será la primera vez que entre un robot en las tripas de un metro?
Primero sorteará una nube de medios de comunicación y a la jauría humana del exterior. Bajará las escaleras y se abrirá paso por pasillos haciendo lo imposible por no impactar contra los que le llegan de frente y los laterales; hasta dar con las máquinas y barras de acceso.
Antes de eso, irá observando los indicadores informativos que diferencian los distintos colores de las lineas a utilizar, siguiendo más pasillos, subiendo y bajando nuevas escaleras, releyendo y repreguntándose con voz metálica la dirección a seguir.
Si todo va bien y no se confunde de andén, mirará al reloj digital que marca el tiempo de espera, mientras el cansancio o sobrecarga de sus circuitos puede que le hagan desear sentarse hasta la llegada del metalúrgico y articulado transporte.
Si tiene la suerte de no saber pensar en exceso, se dedicará a contemplar el tinglado general desde sus asombrados y expentantes sensores ópticos.
Esto le ayudará a dar un paso adelante en su evolución como especie cuando a sus sistemas de neuronas sintéticas le lleguen -de no se sabe dónde- unos pocos ¿porqués?.La multitud se arremolinará a su alrededor tocándolo y haciéndole preguntas como: ¿de donde tás capao quillo? ó ¿ colega,eres tío o tía?.
Supondremos que un nutrido grupo de escoltas privados y de un par de ingenieros de guardia lo seguirán a corta distancia sin entrar demasiado en el meollo de la cuestión, anotando las incidencias y dejando que la cosa fluya con naturalidad...
Llegará el metro con su resoplido chirrioso, se abrirán sus puertas y se producirá el trasiego de pasajeros en una avalancha compulsiva. De nuevo en marcha, el robótico personaje se contagiará del barullo repetido mientras salen y entran nuevos humanos.
Gran triunfo para la ciencia, el prototipo lo está haciendo todo perfectamente bien, pero el metro, nuestro metro, es la prueba final y definitiva. Cualquier robot que desee ser válido en nuestra sociedad y quiera codearse con nuestros hábitos, ha de saber manejarse bajo estrictas circunstancias; tan cotidianas como el mantenerse firme de pié sin que se precipite sobre nadie. Ahí el amigo robot se la puede jugar.
Se cierran todas las puertas del transporte y ya en marcha, nuestra arma letal comenzará a darle mucha caña en las curvas de izquierda a derecha. Así que los cálculos de su electro-cerebro deberán ser ultra-rápidos y variables a cada instante.
De pié, con inercia motriz, centrípeta, centrífuga, expansiva, acelerada, gravitatoria, ajena, curvante y sorpresiva como una frenada improvisada, el portentoso tesoro de la tecnología ingeniérica irá a parar de cabeza contra algún grupo de "pantalones bajaos".
Los cogotazos y empujones le caerán regalados. Algunas de sus delicadas piezas externas acabarán por desaparecer y otras arrancadas de cuajo por no se sabe qué manos, y desde una supuesta caida al suelo, solicitará muy finamente ayuda:
-Por favor señores, ayúdenme, estoy en apuros; mientras un inoxidable y pulido muelle surgirá de la parte donde se supone que hubo un acamarado ojo de última generación.
La gente saldrá partiéndose el culo e imitando los desajustados movimientos del inocente ingenio. Ambos ingenieros comenzarán a dar órdenes a los escoltas para que no entre nadie en la zona.
Los curiosos se agolparán a corta distancia para contemplar cómo levantan y sientan lo que ha quedado de la presunta dignidad de un ser al que querían convertir en uno de nosotros...
Con el paso del tiempo se sabrá que los americanos acabaron comprando la patente de nuestro metro con todos los acceso, pasillos, escaleras e incluso contratando a variados grupos urbanitas para probar la resistencia de futuros robots.
Allá en América, los ingenieros se seguirán preguntando si tal vez lo que tendrían que haber modificado es al conjunto social con su sistema métrico, y no al pobre robot.

Soñemos juntos....

Se abre la puerta carcelaria después de la sutil inconsistencia existencial que tramó una oquedad para alguien, que en este caso es referencial propósito hacia quien me transmitió y pasó la cadena de la vida. Con un profundo recuerdo nostálgico de acontecimientos agarrapatados a mi caminar, el espectral mundo pasado incluido entre tanta imagen experiencial, se estigmatiza incoherente y perenne junto a la sangre recrudecida de una misma estirpe consciencial.....

No hay separación libertaria, no hay mundos independientes, no se parten los destinos como auguran los predictor ornamentistas de la sociedad contemporánea......

Solo una ínfima distancia quedará en el propósito clandestino de dos lazos que intercomunicaron sus universos en un instante ya quasi-ido con una escrutural y esquemática nota epitáfica.

Siento cómo las batallas internas de nuestro conjurado limbo de incertidumbres soñadas, se retuercen en un proceso universal de regreso a la llanura inmensamente luminosa, donde tu mirada se abrirá camino al siguiente amanecer, que deseo de todo corazón, Padre, consigas....

A mi Progenitor y Padre en su más Trascendente Paso....................Visitólogus el Resureptus.

Anquilosados al pedestal de la insumisión

Pernocta el indecente resplandor de la megalómana llama del intelecto divino en un complot transcendente, que perturba el silencio de aquellos que anquilosados al pedestal de la insumisión declinan postergarse ante tan elevadísimas eminencias sobrenaturales.
Semicojos y semituertos pretenden ostentar las claustrofóbicas emanaciones telúricas de los principios elementales de conglomerados reminiscentes, bajo supuestos dogmatismos ortopedas en sentenciosos esquemas surgidos de los ramales instructivos de ciencias plusquantieruditas.
El resultado conforma la contubernia constitución de anagramas interdimensionales, que se desplazan desde el rojo semántico de la introspección meganodular de quantos restringidos a pura especulación, hasta las lindes limítrofes de verdes espiritualismos de infinitos campos anti-coherentes de fluctuaciones afines a pares de subconsciencias sin cohesión dimensional.
Con toda esta desmembrada concatenación de enunciados insípidos e insurgentes de la suprema constitución del cerebro humano, en fase expansiva y diáfana con lustre mercantilero, un sinnúmero de eternas figuras superiores atadas al tartamudismo celestial se agarrapatan con uñas aceradas al flaqueante órgano corazonil, del que extraen hasta la última partícula sangrante de sentimentalidad sufriente como néctar diamantino.
Y mientras una descomunal proporción insignificante de congéneres emancipados laborean con maquinaciones que conspiran idiosincrasias teofísicas teosofocantes, que aportan una constante afloración de reminiscencias corderiles para beneplácito del vampirismo subjetivo galáctico-interno, estos, se liberan de las cadenas opresoras y sacrificantes que mantienen a la inefable estirpe especímena en interminable penumbra existencial….
Tan decoroso ornamento consciencial emula la ineludible resurgencia de catapultar al colectivo emulgente a un expansivo mundo placentero, donde toda evanescencia documénica institucional valorará los argumentos estimativos adecentados de apreciaciones consistenciales de orden conceptual complaciente, sin que ningún espúreo artificio mental soslaye con sombras de tinieblas ancestrales la consecución del ente evolutivo proyectado al plano condensador.

Antiguallas dogmáticas

¡¡Quanta estratosfera psiquica de connivencia rural que se asemeja a un lípido cavernoso refulgente en su etapa primaria!!.
Ahora la parafernalia holística del cuaternario mental pretende elevarse, entre nostálgicas incitaciones, sobre el pensamiento horterista del empalagoso orden consciencial con ritmicos versos benefactorianos.
Las oblondas aperturas sublimes de porticones siderales que nos mantenían enclaustrados en un infernillo de existencialidad lúgubre, están siendo destelarañizadas por eminentes doctores del esoterismo pagano con la mezcla de resonancias santónicas.
Solo que aquellos que lo llevan a término mantienen un status socio económico de alto rango empresarial, siendo una controversia duplicante el aprovechamiento dulcístico de las vibraciones lenguaraces que emiten dichos histriónicos elementos. De tal modo que se me anticipa la reminiscente idea de una considerable coyuntura comercial brotada de la condescendiente y misérrima percepción consecuente de infinitud de creyentes y de adeptos en fase terminal y deprimente.
.....Pobre gente; oportunistas de turno eternamente presentes, y mansalvas de débiles conjuntos de cerebrines enquistados en falsas ilusiones de antiguallas dogmáticas......

El Muro de las Lamentaciones y la casita de cristal

Había una vez una casita de cristal donde vivía un ingenuo e inconmensurable benefactor de las fuerzas universales. Su ilustrísima persona y sus selectos fieles, de quienes gustaba rodearse el oportunista y avaro Finmundero, para diferenciarse del resto del Mundo, solía alejarse de cualquier crítica constructiva con cierto perfil agrio de connotaciones instructivescas, para acercarse a las auténticas manifestaciones sin indulgencias compasivas que le convertían en un engreído y camaleónico personaje quasi-esotérico-pedante.
Parece ser que comulgaba con el ideal del cambio a través del mariposeo entre flores de hermosos colores y con las múltiples aperturas de puertas trans-universalescas que iban desde las capillas cistercienses hasta el palacio real Vaticanista en manos de unos misioneros que no sabían ocultar ciertos negocios sucios ni a la multimillonada pobreza que mantenía a esos estamentos abiertos por necesidad divina imperante.....
Siempre le iban resonando palabras opusísticas que al parecer algún gremístico le transmitía, despertándolo del algodonado sillón de duende placentero, y que como guardián de piramidones enmohecidos y de secretos no confesables, se revelaba contra toda indumentaria pintada de pensamiento liberal...
Sus suelas, que se sepa, no portaban alas, ni tan siquiera una buena pluma que le hiciera descargar una simple gota de mala-leche humana como corresponde al genio de una raza que cuando se hunde, blasfema y escupe en el atrio principal de los dioses...los cuales debían de estar carcajeándose con la constitución de aquella blandengue consistencia mental que suponía vivir y sentir según el caudal de consciencia monetaria transportada...
¿Habría aprendido algo inconfesable?. Desde luego que sí, pues del mismo modo que la iglesia reservaba sus primeros asientos a la clase superior y se avergonzaba de los misérrimos que se plantaban en sus celebraciones de máxima ornamentación cabalístico-usurpadora, su mediática persona se enfundó en una senectud anticipada haciendo que los deseosos "nietecitos y nietecitas", que no amigos de mentirijillas del rocambolesco mundo bipolar, deseasen fervientemente la bendición de su espléndida bondad para ser así nombrados allá donde su voz resquiciada levantaba expectación concertada bajo el buen pago; que se fundía con una orla de infiltrados que se embolsaban buenos dividendos nogocísticos......
Luego se encaramaba a la advertencia del peligro inminente de un Mundo en peligro que debía cambiar...¿Que debía cambiar? ¿para qué? si sus intereses iban a las mil y una maravillas con la condescendencia de los miles de adeptos sectarios que adoraban sus puntos y sus comas sin más pensamiento...
¿Es que gustaba de los descerebrados que no ensombrecían su fatua visión de la realidad cognitiva sin ramajes que aportasen alguna duda acerca de la labor de sus ideas...?
Hubo un tiempo entonces en que el señor mandaba en casa y donde los hijos y la señora obedecían sin rechistar ó de aquel otro individuo que se creía el enviado y conformaba a su alrededor solo a aquellos que amaban y vivían para sustentar dicha banalidad mercantil que escondía una profunda demencia senil paranóica.
Pobres...sin dios y endiosando al hombre...pobres.
Ahora, en este momento, sigo en mi recinto prestado...hasta que me desposean de él e intenten mandarme a las galeras junto a otros inconformistas en contra de estos usureros montajes chabacaneros y mesianísticos. Ahora puedo concluir la conclusión experimentada desde donde mi aportación ha sido constante y en donde cierta sombra se cernía sobre esa cabeza de buitre desplumador con envoltura de palomita mensajera.......¿Serían conscientes quienes le rodeaban en su inconsistente algoritmo megalómano de su megalomanía patológica...?
Tal vez el Mundo que llega esté por encima de lo humano, y el cambio solo lo adviertan en su magnificencia aquellos que se codean con las limpias aguas del Alma Humana y sus frutos de oníricos perfumes emocionales...El resto, el poco resto de mortales no-aptos para condimentar sus desagradables emanaciones corpóreas, quizás queden atrapados para siempre en el averno al que son deportados cuando la espaciosidad de ese nuevo mundo, concebido desde las cercanas confluencias de la continuación de la casita de cristal descarte a los que no son espiritualistas arios...
E irán de monasterio en monasterio abriendo con su potestad supra-celeste las puertas de la Luz verdadera al resto de pobres infelices...
Suerte MAESTRO...
Visitólogus el Resureptus V.el.R

Una Entidad Paradogicadismática.

El proyecto de desarrollo y aislamiento de un óvulo humano fecundado había dado comienzo en la instalación conjunta de los gobiernos norteamericano e israelita.
A mil metros bajo las aguas del mar rojo, se llevaba con el máximo sigilo un experimento que estaba dejando perplejos a científicos y otros estamentos allí recluidos.
La idea básica consistía en separar la parte física embrionaria de la parte psíquica del mismo dentro de dos esferas antigravitatorias en suspensión y llevarlos a su potencial máximo existencial.
Las esferas se encontraban a poca distancia una de la otra y recluidas a su vez en un habitáculo hermético transparente sometido a condiciones de temperatura y presión cercanas al cero absoluto.
La esfera que contenía la parte física del óvulo fecundado mantenía interiormente unos valores vitales semejantes a los del útero materno, recibiendo aporte energético a traves de una pila cúbica radiactiva de "3cms" de lado. Dicho aporte era metabolizado por una compleja red de irradiación genético-sintética que incluía un símil de saco anmiótico con líquido.
En la otra esfera se ubicó la más potente de las computadoras quánticas que era posible crear. Su capacidad de asimilar información era equivalente a tres trillones de terabytes. Esto suponía la totalidad de la información expansiva del universo en cálculos de tiempo-espacio.
El psiquismo en evolución del proceso embrionario fué implantado en el núcleo de la computadora que estaba confeccionado con plasma procedente de la anti-materia obtenida en los aceleradores de partículas repartidos por el planeta.
Este potente componente fué previamente condensado por electro-imantación nuclear de altísima intensidad y envuelto en una red neuronal de carbono"20" no mayor que una nuez.
La parte embrionaria física sin psique o ente sin estructura mental se consiguió clonando su simbiosis, separando y extrayendo el contenido informático del ADN original, y sustituyéndolo por otro idéntico artificial pero alterado y mejorado en extremo. Se obtuvo así un cuerpo-envase carente de identidad, al cual se le implantaría en su momento una personalidad biorobótica con la posibilidad de manipulársele a voluntad.
Con la modificación del ADN variaron ciertas características morfológicas del futuro cuerpo: un macrovolumen craneal, seis dedos en piés y manos, órganos internos reactivos con radiaciones energéticas, autogestación regenerativa, ojos con menbranas protectoras y constitución combinativa de los dos sexos y más pequeño de estatura. Como notoriedad, serían unos extraordinarios psíquicos telépatas...........

Horizontalidad sobre la inhóspita toalla

Horizontalizada sobre la inhóspita toalla aposentada en el relax manto de arenisca playera, el cuerpo semidesnudo de su feminismo insoslayable bulle candente exhumando la irradiacionabilidad de rayos mediodiísticos.
Con el gafero rostro marcado por la impregnación tórrida del semblante a medio tostar, exhibe una expresión complaciente causada por el éxtasis de la serenitud del momento que sin el compromiso púdico del ropaje diario, le hacen asomar altaneros unos senos despampanantes erguidos en desafiante convulsión de materia física carnosa, la cual es rematada por dos pezoneros ojos que parecen mirar desde la dimensionalidad del deseo.
El moñeado cabello que habitualmente vuela ondulante al viento callejero, está rematado por una borla a modo de cofia ornamental que induce a pensar en un sustrato mental capaz de detectar cualquier anómalo movimiento a su alrededor.
En su extensible brazo siniestro, en la contorsionante articulación muñequera, porta un juego joyístico de varios brazaletes adornatorios que se adiccionan a la leve amalgama de trapos ocultantes de zonas no públicas, situadas justo en el contexto banalístico del consorcio procreador; el resto de su física humana permanece expuesta al exhibicionismo sin más prolegómenos detallistas……
Llegado el mediodía a su fin, y apretando el fulgor sofocante con esplendoroso cenit de ondas caloríficas, la deducción mental logística perteneciente a su concepción humana decide escabullirla del agobio solanero y hace que huya al sombrístico espacio conformado bajo la estratosférica carpa veraniega que me cobija.
Y donde antes un confortable servidor del escribismo permaneció apaciguadamente reconcentrado en la benemérita contemplación de pormenores nudistas, ahora la compartición se ha fraguado necesaria para albergar su trémula esencia compañerística junto a una impregna capa lúbrica de cremosidad protectora.
Se acurruca como el organismo que ha encontrado la horma momentánea de la felicidad en la compañía de su otro desigual, y comienza a manifestar un lento sopor que la transportará al mundo del ilimitado subterfugio.
Mientras ella duerme en la inconsistencia vital, a mí me atrapa el vagabundo deseo de concluir esta confluencia real en base coherente para no expansionar en exceso un momento tan energéticamente regenerativo…

Relatado queda

Siempre resulta complicado comenzar algún escrito que relate algo interesante. Mucho más complicado si ha de ser creible ó poseer los ingredientes que solo los que están al otro lado del guión consiguen valorar. Es en todo caso un impulso que conecta con los sentimientos y pensamientos de los otros de un modo tan especial que en determinados momentos no se sabe donde se hallan los límites.
Quien relata, el escritor, quien escribe, lo puede hacer por una inacabable cantidad de motivos, ya sean personales o profesionales, pero hay un momento en que la misma escritura exige una constante demostración de valor que va más allá de la fantasiosa idea de ser conocido y admirado.
Es entonces cuando aquello que fluía alegremente libre se convierte en una pesada losa de responsabilidad que marmoliza la mente y hace que las palabras surjan como apretones intestinales, convirtiendo al mundo de las ideas en un recinto del que solo se sale bajo estricto control.
Estaba dispuesto a confesar mis intenciones y propósitos haciendo gala de ese valor necesario para que la fusión entre quien escribe y quien lee hubiese sido casi perfecta, pero después de tantos años cometiendo los mismos errores, siendo uno como es, resulta casi un insulto presentar una imagen maquillada por tan breve tiempo.
Nada de eso. Como de costumbre, el desaliño general que brota de la rebeldía contra la apariencia idealista y las babuchas que tanto valen para andar por casa como para sacar al perro un rato a la calle, me persiguen de manera irremediable. Esto hace que lentamente mi compostura literaria vaya perdiendo la rigidez sistemática del control mental y me hunda en la proliferación del deformismo palabrístico que habitualmente no confieren a un relato la sobriedad y calidad suficiente para ser digno merecedor de algo.
Así que, como no espero nada al respecto, me libero de la pesada carga coyuntural responsabilista y acelero la narrativa marcha con la consiguiente mansalva de estructuras coercitivas que hacen de este relato relativista una mera confección de supuestos ficcionismos en connivencia con brotes de tintes fehacientes.
Relatado queda.

La Plaça Vella

La plaça Vella comienza a bullir en un susurro de contenido trasiego, semejando la rumorosidad de un filantrópico enjambre catequista.
La fresca brisa abrileña de la mañana sabadera camina sosegada hacia el leve sofocón calorífico del mediodía y multitud de negocios cafeísticos comienzan a distribuir, resoplando vahos, la tentación de pendencieros aromas tostados entremezclados con bocatas calentorros.
Al social entorno lo van cubriendo de un conjunto asimétrico de mesas metálicas chapeadas y juegos de sillas forradas de mimbreado plástico que convergirán reunificadas bajo amplias carpas de parasoles.
Peatonales desembocaduras de ramal viario parten desde salpiconas callejas lejanas, asomando al contingente humano, que fluye con incesante trasiego tomando en su desfile anarquista de pasos aleatorios, posesión del configurado esquema placístico.
Y mientras el aire soleado desciende desde el contorno urbanístico de unos edificios clásicos, ubicados como cementosa alameda perenne, la empinada contractura arquitectónica de celestial rango reliquiario abre su enrejado poder terrestre a quantos desean un blanqueo a las internas esencias divinas. Desde la campanera boca del elevado torreón se comienzan a oir gritos metálicos compulsados, que avisan del inicio de una litúrgica ceremonia creyente.
Palomas concupiscentes con el hábito domesticador sobrevuelan, a ratos, la limítrofe periferia del manchurrero enlozado en busca del picotero jornal alimenticio. Alrededor, unos pequeños e indiscretos críos juegan figurándose ser depredadores persiguiendo a las inocuas presas; solo el talento del instinto natural reconoce la sensación de ese hierático hecho. Sin embargo otros prefieren lanzarse, con sus dotes de bicicleteros, al encanto del dominio equilibrista sobre ruedas, aunque tampoco desisten del complot cacerístico que les sosiega la energía psíquico-muscular.
Las pacientes madres, con un nudo emocional constante que les va sistemáticamente del estómago a la garganta, contemplan a corta distancia, enredadas entre la apacible realidad perceptible y la conjetura del dolor suposicional, cómo sus procreados descendientes evaden ignorantones el continuo asedio de los traspiés y el tropezón.
Una presunta familia de supuesta procedencia emigrante, exhibe con premeditación, en las cercanías del infatigable movimiento infantilero, multiformes objetos aéreos de relucientes colores que colocan frente a los admirados ojos de la oropelada masa descubriente. La composición variadística de caricaturescas caras y sonrientes animalitos de dibujos, se eleva hasta donde unas finas cuerdas mantiene estático el parafernalio tinglado, impregnado a su vez del deseo posesivo de la correspondiente astucia económica. Algunos lloriqueos mocosos ya consiguieron imponerse usando la rabieta como arma letal para sus propósitos.
Un grupo de desaliñadas sombras nubosas comienzan a irrumpir espectrantes con augurios de evacuar goterones en la reluciente jornada, y muchos se disponen al regreso hacia sus impermeables hogares.
Mañana tal vez se reinicie de nuevo la escenificación para un día de sociabilidad compartida.

La Cala bañista

El descendente camino encañaverado desliza al personal bañista hasta las comisuras del estrangulado mar, que no cesa de hablar con las primeras grumosidades de la arenisca pedregosa.
Una olla rocosa en forma de “U” con florituras verdosas de troncos esculpidos sin regla y escalinatas talladas desde los catalogados apartamentos lujísticos, entrecalienta a intervalos descompasados el rebrote de cuerpos semidesnudos, en el intento de morenizar al blanco cuero humano.
El estrelloso y refulgente Sol juega a lanzar ráfagas incandescentes entre densos vapores redondeados como crucíferas inflorescencias, que se desplazan a velocidad de crucero bajo la autopista libre de la estratosfera, en una interrupta jerga natural que plurifica las sensaciones internas que emanan del sistema de los sentidos a ras de piel.
Tres añiles y flacos cuerpecillos briosos desafían sin dubitages mentales a toda la sublime percepción climatosa y se aventuran heróicos a las andanzas desvergoncísticas del nudismo inocente, en contra del golpeteo amistoso de las manos líquidas que surgen de olas ensortijadas. A cada cachete de mar, unos agudos grititos de contención impregnan la atmósfera acrisolada, que con el transcurrir del tiempo indeleble, se volverán desafiantes y altivos como corresponde al individualismo personal de los más poderosos entes de las especies reconocidas.
Unos grupúsculos de bañistas aposentados sobre toalleras telas, relajan el conjunto de efluvios corpóreos en su afán yoguístico, que trata de hacerse con la ciencia de la conectividad a los elementos circundantes; otros, mientras tanto, prefieren el mutuo masajeo muscular que les prepare a la incitación seductora de la atracción molecular.
El color azul cobalto se desparrama en una horizontal semicurva que va desde el nacimiento del cielo hasta los pies del arqueado acantilado, provocando un cristalino tinte turquesa que se inicia con la textura ondulante de la carpa marina y se transforma, en la lejanía, en un vasto estrato de plata oscura sobre la cual centellean relucientes infinitud de microsoles que se bambolean al compás de las convulsas crestas espumosas. En ellas cabalgan unos aguerridos levitadores que sujetos a las bridas de sus “cométicos” corceles se desplazan sobre planchas flotantes; saltando como peces voladores por encima del farfullero oleaje.
Más al fondo, unas soterradas velas blanquecinas de corte triangular se alejan presurosas del alcance visionario; tal vez en busca de un espacio ilimitado en el que los pensamientos sin causa se ahoguen para siempre.

Bambalinas psicodélicas

El escenario dicharachero desparrama su perfume jubilado, anexionándose a la escalera que, tránsfuga, escalonea hacia el terrado del insípido bar, donde la oblicuidad de un angosto parasol acoge como refugio al despliegue compañerístico de la artista metro-sexual.
La multitud conglomerada en el ensillonado aposento, con suelo de sucia pizarra mate, vocifera bajo una parlanchina melodía ininteligible de múltiples trabalenguas. Al mismo descompás, un sonoro autobús huido de la autopista transgrede, con su concierto rugiente de ciclos mecánicos, la muralla aterciopelada del Montjuïc festivalero en ocasiones de recreación ficticia.
El destartalado espectáculo permanece mientras tanto tan hueco como un globo, en ausencia momentánea del contingente teatral . Tras las sábanas translúcidas pintorreadas con rostros agridulces, se detecta la silueta añeja de una tibia biblioteca apolillada. Adjunta, de pié, una señora periodista de Barcelona, emperifollada con guantes blancos, acuna entre sus táctiles dedos una hoja escriturada con el monólogo, que dará paso a la escenificación de la revista.
A lo lejos, en una tarde de color azul chocolate, resonando ajeno al evento, como una tormenta lejana, el bramido trompetero de un barco enfila hacia mar abierto, con quienes se han otorgado el regalo de un paréntesis en su perentorio tren de vida laboral.
El sol expira su último gramo de candela entre una nutrida formación colgante de metálicos nubarrones, dispuestos a descargar una cucharada de jarabe fluvial a través del buzón asfáltico. La clorofila hídrica aliviará de consustanciaciones fétidas los intestinos de las cloacas urbanitas y otorgará vitalidad al ecosistema vegetativo.
Mientras desfila esta pomposa cabalgata nubosa, un mirador del futuro con péndulo, se parapeta junto al obnubilado cliente en la matriz de un estrecho garito ambulante, próximo al tabernáculo de las parodias. Necesita que el diáfano vidente le tienda un puente condescendiente, entre su mundo y la cognoscitiva efervescencia del devenir suponible. Quedará holgadamente satisfecho al concluir la introspección de los tiempos y el museo de sus sueños perpetuos refluirá incondicional.
El murmullo galopante de la abarrotada sala comienza a dar paso a una lenta silenciosidad, al tiempo que un minúsculo cuarteto musical entona el prefacio del inicio teatrero. Un bebé manifiesta firmemente su postura al pataleo y la madre intenta, con un sibilino tembleque de pies y manos, sumirlo en el sopor inducido. Un último trozo de bocadillo casero, enfundado en su plástico, cae inánime en el caos de la profunda interioridad del bolso, en espera de ser reciclado para el desayuno.
Las hipnóticas fauces de la presentadora petrifican como estatuas al público birlongero, cuando su voz gorgojera, irrumpe en escena con un poema cascarria digno de la más abigarrada pluma soez. Las memorizadas estrofas deslumbran al coeficiente colectivo, que intempestivo, interfiere con una algarabía de aplausos palpitantes.
Con todos ustedes…
El tropel de vedettes uniformadas únicamente con un enorme botón pudoroso, y actores atiborrados de té con miel, va descendiendo presuroso al requerimiento popular.
Entre bambalinas, el organigrama musicalista entra en una fase de éxtasis triunfal, acompasando rítmicamente el rimbombante trasiego de movimientos corporales de rostros sonrientes. Con sutil aplomo, la pregonera figura se difumina por el trasfondo del diván.
La función ha comenzado.

El cazador de taquiones

Entubado al casco dimensional con parámetros de coyuntura del porvenir, se conexionó a las estridentes constataciones de acontecimientos futuros.
El cazador estaba listo para atrapar a uno de aquellos saltónicos taquiones mientras la computadora mental cambiaba de frecuencia perceptiva, adaptándolo al ámbito de la quasi realidad quántica.
La nueva dimensionalidad entró a formar parte de modo inmediato como la estrategia a seguir contra una multitud de translúcidas esferitas coloristas, que habían surgido de la nada entre salpicones movimientos aleatorios sin rumbo determinado.
Con una mano sobre el detector biónico de su propia esencia, y la otra monitorizando la fusión espectral de las trazadoras virtuales de límites suposicionales, se dispuso a echarle el guante a su primera consustanciación informática del día.
Durante breves instantes de tiempo neutrino, su mente adquirió una mega-lucidez absoluta, y nuevamente al instante, una de las luminiscencias aparecidas se le acercó confiada entre variables saltitos.
¡¡ZÁSS!!. La capa base de estructuras infinitas procedente del pensamiento expandido por las coordenadas del deseo mental, envolvió a su presa con aditamentos neuronales inestables, quedando atrapada ésta en la materialidad del razonamiento presente.
El cazador desactivó de inmediato quantos elementos componían la argamasiva instrumentalización de los valores conscienciales de aquel entorno, y se dispuso a "visionar" su captura interna.
Un flash del taquión capturado le informó antes de desvanecerse sobre el inminente magnicidio, al otro lado del atlántico, de un importante líder gobernante...

Vetusto árbol destartalado

La energía que se desprende en los comienzos de la vida, cuando descubrir lo ya descubierto y reinterpretar cada momento como algo nuevo, se adhiere con la fuerza de la naturaleza a cuanto coexiste en nuestras emociones.
Es la virulenta acción del símbolo imperecedero de la regeneración, junto a un hermoso árbol en su más espléndida etapa, lo que antecede a la subsiguiente fase de inherente decrepitud camino del olvido.
Pero solo hay desídia en la incomprensión, mientras que el propósito lleva una finalidad que el tiempo no marchita. Esa leve nostalgia placentera, proyectada desde el recuerdo, es la sustancia que impregna de modo indeleble a todo aquel añejo espacio vivido.

-Las frías sombras que se arremolinaban bajo las primeras proyecciones argumentistas, del manto vegetativo de la ciénaga taciturna, comenzaron sumisas a elevarse después de permanecer desparramadas junto al vetusto árbol destartalado. Desamparada y retorcida estampa, enaltecida por un pasado de brillantes instantes y magnificado cuando rizos dorados de brotes luminosos asomaban al despuntar el horizonte mañanero, se mecía en un vaivén sedoso al paso de la brisa tempranera entre la densidad del verdusco ramaje, repleto de ingente frondosidad hojística.
Aquel antaño pedazo de naturaleza rebelde compartió complicidad con cada cita cuando presidía los efluvios de pensamientos amorosos, que al atardecer y en cada noche lunera, se encendían. Fue la fuente vivificante del comienzo de muchas pasiones, de promesas realizadas bajo la ensoñación del deseo y grabadas con la improvisación de un bisturí rudimentario que trepanaba su corteza, para dejar la huella de unos corazones perennes.
Las trémulas e inolvidables sensaciones que el tiempo convirtió en néctar diario, lo desnudó, y su silueta espectral trascendió la realidad fundiéndose con aquellas sombras que bailoteaban alrededor de su amanecer.

Caleidoscopiando

Me llevé aquel cilindro de cartón duro a la altura del ojo derecho y cerrando el otro me concentré a través del pequeño orificio en lo que había en su interior. Era un espectáculo espléndido, lleno de figuras geométricas de diferentes colores que cambiaban al compás de un ligero movimiento de mi mano; la bóveda iluminada de un gran teatro que incesantemente altera su decoración, aportando una multitud de fantásticas composiciones artísticas.
Al cabo de unos instantes dejé de mirar por ese hechicero objeto, que me provocaba un gran interés bajo el influjo del continuo e interminable resurgir de tanta maravilla; para quedar temporalmente anonadado en reflexiva actitud. ¿Cómo era posible hacer que una serie de anodinos y amorfos cristalitos de variados colores, sin más sentido, llegasen a combinaciones perfectamente estructuradas?¿A quién se le ocurriría?
Volví a ojear aquella muestra de arte subjetivo surgido de la teoría del caos cilindrista y...efectivamente, mis sensaciones mentales de la realidad seguían captando el resultado coherente de una cocción aleatoria sin finalidad inicial. Algo tan rematadamente inerte e inútil visto desde la perspectiva del reflejo, se convertía así en la base sólida de las estructuras más elementales de los compuestos de la materia...Era curioso.
A partir de ahí no supe diferenciar entre la auténtica fuente primigenia que nada pretende, de los magníficos efectos especiales que se prestan a deleitar mi capacidad impresionista cuando despuntan como luminiscencias dentro del entorno universal.

La plaga

^¿Has oido las noticias?. Dicen que millones y millones de topos están desplazándose por la superficie y bajo tierra devorándolo todo. Cultivos, árboles, raices, parecen los principales afectados pero también los cimientos de construcciones y otras estructuras quedan destrozados. Ciudades enteras están siendo invadidas y la gente atacada.
-¡Eso no es posible!.
^No se lo explican, pero está sucediendo y vienen hacia aquí.
-¡No me jodas, Rafa!. ¿Y no pueden acabar con esta situación?.
^Han intentado quemar el terreno inyectando combustible y lanzando bombas incendiarias....pero no afecta lo más mínimo porque surgen bichos de no se sabe donde. Un satélite ha captado su desplazamiento, y es como una mancha oscura que va expandiéndose a gran velocidad por todas partes.
-¡No me lo puedo creer!, seguro que se trata de un fenómeno desconocido.
^Que nó, que nó, que no hay dudas.
=Yo permanecía tan ensimismado oyendo la conversación, que incluso hice una inspiración profunda porque durante ese espacio de tiempo se me olvidó respirar. Es una locura, la naturaleza definitivamente se ha vuelto loca o está en plan borde con nosotros. ¿Una plaga de topos atacando todo a su paso e invadiendo ciudades?. ¡Pero qué tontería!.
=Los dos viajeros de mediana edad que comentaban esto iban en los asientos de delante. Éramos ya pocos en el tren haciendo aquel trayecto nocturno, y la inaudita conversación me tenía petrificado. Yo seguí prestando una irresistible atención para ver qué más decían.
^Muchas ciudades han desaparecido completamente del mapa. Dicen que los que se encontraban dentro de ellas en esos momentos, no han conseguido sobrevivir.-
-¡Qué dices!. ¿Que están todos muertos?..-Venga hombre, me estás tomando el pelo.
^Te juro que es verdad y cuando llegue a casa pienso coger a mi familia y largarme no sé adonde, pero lo más lejos posible de aquí. La cosa está muy jodida y no quiero que me pille en medio mientras encuentran una solución, si es que la tiene. Tú deberías hacer lo mismo, porque de momento solo están con eso de que mantengamos la calma...
=El corazón se me había acelerado hasta casi la taquicardia y una sensación de paranoia incontrolable me sacudía el cuerpo.
Mientras tanto, el tren hizo una nueva parada. Subieron varias chicas muy alteradas, con los libros y apuntes apretados fuertemente contra el pecho. Permanecieron de pié junto a los asientos y el pasillo. Estaban histéricas, se arremolinaban el pelo con movimientos desesperados y se lanzaban palabras confusas entre improperios abstractos.
>¡Jó tía qué fuerte!...la leche, estoy temblando.
<¡Mierda, mierda! ¿habeis visto cómo salían?. >¡Por dios! que arranque ya esto.
=Ahora sí que estaba mi mente orbitando. Sentía un miedo irracional mientras mi sentido común luchaba por no dejarse llevar de aquella situación tan surrealista.
<¡Por favor, que arranque ya!.
=Las chicas parecían estar empujando con sus incontrolables movimientos a la máquina, que se empeñaba en permanecer estática bajo un lapsus de estacionaria psicosis.
No sé si los dos tipos continuaban con el diálogo...Yo, con el estrés que llevaban las estudiantes y otros cuatro chicos que se tiraron practicamente de cabeza adentro del tren,-como si les persiguiera el diablo-, estaba de una tensión animal.
/Se están cargando todas las instalaciones,-rebufó colérico uno de los chicos.
//Yo he visto a gente con bichos que les subían por el cuerpo,-decía otro. Algunos ya están tirados por el suelo y... ¡se los estaban comiendo!.
=Mientras mi comprensión continuaba sobrecogida, surgió casi de modo sobrenatural, -junto a la puerta-, el conductor del tren. Asomó con su figura compungida, fuera de sí y la cara desencajada, anunciando que teníamos que salir del tren rápidamente.
)¡Salid todos fuera!. Apenas quedan railes, están desapareciendo y no hay nada delante.
=Sobre sus zapatos tenía varios topos, muy negros, que comenzaban a trepar y encaramarse por sus pantalones hacia los hombros. Los gritos se descontrolaron y se fundieron con la estampida que se produjo a continuación.
Salimos despavoridos de allí con el instinto subyugándonos la razón; hacia la frondosidad del impenetrable bosque que se intuía al fondo, entre la absoluta oscuridad reinante.
=Con tal peligro abrazándonos en la noche, intentamos huir de aquella plaga maldita agazapándonos como bestias hasta que nos fuimos fundiendo con otras multitudes que también consiguieron, momentáneamente, esquivar aquella gran crisis destructora que lo estaba corroyendo todo.
Lo que pasó después es aún más increible....

Los gemelos sistólicos

Los retrógrados, elásticos y saltónicos hermanicios, decidieron concebirse desde la placentera concepción embarazonil de una madraza adulterada en la fase cuarentoniana.
Sus anómalos físicos asomaron a la impronta mundana un día que fué proclamado como patrimonio holístico de las confabulaciones falseras, festivo sin serlo y jornada perdida.
Fué la biparturienta alumbración la señal del cambio de los tiempos, una proclama universal a los derechos inusuales de los cerebrillos que vagabundean por inocuas metas que jamás se alcanzan, de esos que oniriquean despiertos y se pasan el tiempo perdiéndolo con subjetividades sin anabolizar bajo tintes de productividad sistemática.
Crecieron entre miradas compasivas de ilustres mentes deductoras, que impregnadas de suma curiosidad cientificóide, se aferraban a la metodología del conocimiento para arrebatar al misterio de los gemelos sistólicos, sus erráticas figuras junto al pensamiento raramente conceptualizado en términos entendibles.
Fueron unos años iniciales poco humanizados para estos enjendrillos, pues permanecieron ocultos al mundo y a la propia progenitora, ya que el aportador espermático nunca asomó su faz a la posibilidad paternal.
El laboratorio subterráqueo, allá en las profundidades del ocultismo gubernamental de alguna potencia transgresora de los derechos humanos, había sido el hogar de los alumbrados. La metapsíquica y los poderes mentales se confabularon en los límites de la ortodoxia natural de los dos, para llevar a la contingente aglomeración social a su máxima expresión biogenética....
Un día, cuando todo estaba casi apagado, cuando la manifestación esperanzística se hubo disuelto en el pesimismo ancestral de una consciencia demasiado consciente de sus aparentes limitaciones, decidieron como última alternativa a la desmoralización general, que fuesen mostrados a los ojos de la masa indolente.
La nueva imagen del prototipo coyuntural mental del bicéfalo gemelístico sistólico, como la consecución trascendente más relevante desde que el hombre pisó la Tierra, resonó luminosamente desde la acrisolada estancia habilitada para retransmitir el acontecimiento.
El reflejo de un cuerpo tan elástico que llegaba a desdoblarse, tan saltónico que pasaba de materia impura a energía pura, y tan retrógrado que se situaba en los albores de la creación del subconsciente, destelló en dirección a los apesadumbrados seres que miraban impávidos la pantalla televisera. En aquel mismo instante, aquello de caracter suprahumano se configuró en modo sistólico y al unísono saludaron con ademanes de brazos y manos junto a una torrencial cascada de beneplácitas sonrisas de ultradimensionalidad inteligente.
Ambos, coordinando una yuxtaposición mental del orden superior, enviaron un mensaje de alta y baja frecuencia rítmica hacia las enervantes, atónitas y conjugadas consciencias presentes, tras lo cual todos quedaron saciados de nuevas y profundas emociones que despertaron viejos y escondidos mensajes adenísticos.
Ya nada volvió a ser igual ni desigual, fué sencillamente diferente. La prueba palpable de que el futuro se había infiltrado en el ámbito de un tiempo desmembrado bajo el soporífero manto de la desidia existencial, se encontraba frente a los objetores y crédulos del poder imaginativo.
Los gemelos sistólicos fueron proclamados sin ninguna duda como los imprescindibles embajadores del nuevo modelo emergente del colectivo remasterizado. Sus estructuras ambidireccionales encajaron a la perfección dentro del conjunto molecular del resto del sistema y nunca más pisaron los fondos de sus primeros pasos, cohabitando para siempre al lado de una especie que les aguardó hasta el límite de las fuerzas comprensibles.

El Transportador

-Recomponiendo estructuras moleculares de configuración anatómico-pensantes.
-Fase de reintegración adaptativa en tiempo no-contabilizado.
-Punto programado para reconversión ideal simetrizando coordenadas estables.
-Lectura de engranajes con desdoblamiento sistémico en proceso terminal.
-Organismos teletransportados con biorritmos acelerados predefiniendo adaptación consciente.
-Parámetros de inicio-llegada auto-evaluando alteración modélica.
-Comprobados instantes residuales anómalos no previstos.
-Interrumpido proceso funcional progresivo para determinar causas.
-Nivel 2 de indeterminismo asumido por reactivadores de masa central.

-Recomendaciones:
-Traslado masivo durante proceso adaptativo en condiciones ultradinámicas.
-Procedimiento traslacional hacia ámbito espectro-virtual en reconversión fluctuante de soporte no-tecnico.

Creo que nos hemos quedado atrapados nuevamente en el túnel. Ya me sucedió en otra ocasión y fuimos proyectados a muchos cientos de miles de años atrás. Se configuró en esa ocasión un entorno de paraiso natural, en el que permanecimos relegados por doscientos años terrestres virtuales. Cuando ya aceptabamos la idea de una existencia bajo condiciones aparentemente reales, todo comenzó a ser absorbido por este mismo túnel en el que nos encontramos ahora. Fué tan fuerte el tirón, que cuando nos reintegrábamos al universo origen, acabamos traspasando nuestro momento presente y dimos un nuevo salto temporal hacia lo futurible. Quedamos muy impresionados por un futuro tan alejado de nuestros conceptos conocidos, e igualmente tuvimos que permanecer por otros cien años más, hasta que finálmente se sintetizaron los parámetros que nos reincorporaron a la época e instante al que pertenecemos. Lo que duró nuestra odisea se reflejó en tan solo "dos segundos". Fué el tiempo de desajuste dentro de este teletransportador conjunto. Estas anomalias son relativamente infrecuentes y parece que no se pueden generar técnicamente. Supimos que las cáusas son debidas a los condicionantes de confluencias entre fuerzas que vectorizan desde campos electromagnéticos de dimensiones que fluyen a nuestro alrededor. Ellos, los que controlan estos procesos, dieron pocas explicaciones tras concluir la "eventualidad". Pero nos importó muy poco; imagínate el cambio emocional que sufrimos. Intentaron sacarnos algún dato acerca de la experiencia vivida, aunque sabíamos que no era aconsejable explicar extensamente lo que duró tantísimo tiempo. Sospechaban que el desfase temporal conllevaba algo extraordinario, sin embargo no alcanzaban a comprender hasta qué punto se expandía el tiempo con el desfase. En cada desplazamiento que he realizado posteriormente esperaba una nueva rearmonización, pués a mi edad da la oportunidad de prolongar la existencia. Y cuando ya había descartado una ocasión semejante, vuelve a ocurrir. Supongo que a quienes nos ha pasado una cosa así deseamos que dicha "alteración" no sea solucionada y por eso mantenemos en secreto la mayor parte de la experiencia. Si por alguna causa, esto mismo le ha sucedido a algunos de los técnicos implicados en el manejo del transportador de masas, el mutismo es idéntico. Es cierto que después del "largo viaje" y tras el cambio personal, las cosas se ven de modo muy diferente y puede que solucionar el desfase de los "dos segundos" esté fuera de contexto. Todos deberían saber lo que significa poder salir del engranaje perfecto que es la sociedad que hemos construido; todo organizado, todo estructurado, todo controlado, todo. Lo que ahora vamos a experimentar en este proceso de supuesta falla tecnológica, es la completa liberación de nuestros sentidos y la percepción de un renacer de los sueños. Sé que durará, con suerte, aproximadamente esos doscientos años y que luego experimentaremos otro fuerte tirón hacia un futuro en el que nos sentiremos desfasados; pero merece la pena vivirlo, te lo aseguro.

-Estoy un poco acojonado, pero me has dado seguridad y fuerza sabiendo que ya has pasado por esto mismo.
-Todos estámos con la misma sensación, pero si va a merecer la pena... entonces este túnel ya no será tan pavoroso.
-Aquí hay muchos que hemos tenido alguna rearmonización anteriormente y podemos asegurar que es una fantástica sensación de libertad. Yo también he vivido con la esperanza de repetir la experiencia y de nuevo la fortuna me ha señalado. ¿Quantos somos,cinco mil?. Estos transportadores cada vez los construyen más grandes.
-Bueno chicos, parece que se está iluminando el fondo, vayamos saliendo y disfrutemos del paréntesis coyuntural mientras se recompone el tiempo físico y somos redireccionados.

Así se reinició nuevamente un magnífico tiempo configurado virtualmente en la lejanía del pasado y en un futuro comprensiblemente lleno de respuestas para un mundo construido a modo de modelo "teletransportador" que aguarda mientras pasan "dos segundos" tecnológicamente terrestres.

-Reactivado las funciones transportadoras tras "dos segundos" de ajuste.

-Disculpen esta eventualidad ajena a los componentes y elementos que participan en los medios de transporte contratados.
-Si desean notificar dicha incidencia ó cualquier otro inconveniente, pasen por la sección de atención al usuario del "UU.X2.BBY". Se les atenderá a la mayor brevedad.

Varios técnicos aguardaban junto a las enormes puertas del transportador para indagar sobre el tiempo evadido. Ya era algo rutinario y parte del interés original se había distendido.

Las translúcidas y grandiosas puertas comenzaron a abrirse lentamente mientras cinco mil rostros iluminados iniciaban la parte del recorrido que le llevaba hacia sus habituales actividades...
¿O tomaron otra dirección?

El metro urbanita

Tránsfuga en su permanente huida por los cachivaches cavernosos del avituallamiento humano, repleto de rectilineas y sobrenaturales curvaturas, la metalúrgica criatura articulada digiere y vomita sin tregua a quienes bajo la hipnótica acción del métrico artilugio, se dejan proyectar manipulados por la física ortodoxa hacia puntos asimétricos equidistantes.
El colorismo de las diferenciales lineas se van entrecruzando en nódulos, que convergen en socavones repletos de cotidianidad febril, camino a múltiples quehaceres sistémicos del entorno urbanita.
El enjambre humano que fluye en ese rio arterial férrico, con sus afluentes bajo las escarpadas edificaciones del populacho soleado, desgasta jornada a jornada su existencia entre segundos, minutos y ratos de múltiple finalidad.

Paranoia casuística.

De pequeño siempre quise tener un amigo que realmente me comprendiese, y ahora, después de mucho tiempo, casi en la recta final de mi camino, apareces tú como el eco de aquel pensamiento.
-Tus supuestas deducciones aleatorias con respecto a la manifestación procesal de un ente con biorritmos simétricos a tu estructura pensante, fueron recibidas y direccionadas a tu tiempo. El servidor se te manifestó con excesiva claridad en contra de los términos acordados por la disposición conceptual universal-.
Si te refieres a todos esos momentos en los que me vi sobrepasado por los acontecimentos y de los cuales pude escaparme por puro azar o porque la intuición me confeccionaba un medio de saltar sobre lo que fuese....Si ese eras tú, la verdad, como amigo tal vez cumpliste con total exactitud, aunque personalmente creo que la idea que yo tenía no coincidía para nada en absoluto con el concepto aplicado.
-Si hubieses tenido consciencia de mi presencia tal como tus sentidos requerían, actuando de ordinario, se hubiese formado una bidimensionalidad cuya acción directa te hubiese causado un descalabro emocional de irreparables consecuencias. Las conexiones paralelas fuera de tu tiempo se programan con tal precisión, que solo aquellos que se obsesionan y son demasiado perceptibles, acaban en un profundo agujero de posibilidades sin retorno-.
Pues no lo entiendo, ya que corro el riesgo de entrar a formar parte de los humanos mentalmente "idos", no sé cual es la finalidad que se te puede dar como amigo.....
-Muy simple la deducción práctica a tus devaneos consustanciales del orden operacional deductivo: eres una carga pensante que extrapola los conocimientos y provocas continuas incursiones anómalas en nuestro tiempo atemporalizado-. Cuando esto sucede, las irradiaciones de frecuencias cerebrales se comportan como interferencias procesales que condicionan nuestro espectro virtual existencial, y no cabe otra acción que la de paralelizar vivencias sometidas a proyecciones ortogonales, según parámetros conscienciales estipulados por los anagramas mentalo-universales.-
¿Y tu quieres que yo entienda eso?. Mira amigo, yo solo quiero ser comprendido cuando entro en esos espacios en los que las dudas son una constante. No necesito un confluenciador futurista que deje mis sentidos al borde del caos....
-Mis indicadores parasensitivos indican que careces de una panorámica idea general de la compleja situación a la que nos vemos sometidos cuando introspeccionas y comfluencias acertadamente en nuestro suposicional universo multivariacional. Todo el campo futurible fluctua intermitentemente en ondas variables que mutan sistemáticamente de un estado a otro, alterando la composición estructural de la quasi-materia y sus vibracionales compuestos energéticos-.
No veo que eso que dices sea una consecuencia de mi necesidad de una amistad que me comprendiese. El Universo tendría que estar entonces repleto de paralelismos simétricos y asimétricos debido a la muy probable intromisión de una infinitud de pensamientos similares a los mios. Y no es así ¿verdad?.
-Es muy acertada tu indicación y de hecho es la constante plausible con la mayor posibilidad de certeza que se puede manejar en el ámbito de la comunicación intermental. Soy tu amigo porque congeniamos y conjuntamos dos propósitos que se complementan como es la necesidad de un presente estable y el de un futuro aparentemente incierto pero con características determinantes. Yo te he buscado y encontrado desde el momento en que tú me ofreces la oportunidad de existir de una forma subyacente y desde la cual puedo proyectar mi potencial creador imanando bloques coherentes de suposiciones fehacientes confeccionadas plasmáticamente-.
Si no entiendo mal, tú eres una especie de enjendro mental que he fabricado con mis elucubraciones subjetivas....y a eso le llamo "amigo". Pues si es esto cierto, no debería de encontrarme a mucha distancia del contexto esquizofrénico. Y si es así, según nuestro manual, nada de esto es real.
-La capacidad de destruir huellas que os lleven a alguna conclusión satisfactoria es digna de recibir una condecoración de alto rango. Buscais pistas acerca de la existencia de elementos que radiquen en otros soportes conceptuales y cuando obteneis respuestas,las desechais por no cumplir con los condicionantes implícitos en el raciocinio objetivo. A esto le llamais "consideraciones lógicas". Lo desechado entra a formar parte del amplio esquema de las manifestaciones anómalas y son catalagodas a modo de perentorias elucubraciones mentales-.
Pero, de ahí, a condensar un radical evanescente que se confiera como ente autoindependiente capaz de considerarse morador de los planos más allá de nuestro tiempo, hay una distancia que para mí es casi insalvable.
-Mírame, obsérvame, ¿soy una alucinación?. Si destruyes el puente que tendiste en el tiempo y me consideras un espectro sin alma, estarás cerrando una puerta que posiblemente os llevaría a un universo capaz de contener quanto deseeis. La obviedad de que el actual es solo un planteamiento causa-efecto del subsiguiente, es perfectamente evidente. Lo que detectan los sentidos es pura deducción analítica sin una simple base de consistencia pura. Puro efimerismo temporal que produce una reacción permanente de conjeturas que tienden a difuminarse en lo infinito. Contémplame y dí ¿soy real o no?

Y en ese preciso momento en el que me seducía la idea de afirmar la existencialidad física de mi amigo futurible....se desvaneció como por arte de magia.
Me queda la certeza de que está siempre junto a mí, aportándome cuantas respuestas le solicito y en cierto modo comienzo a vislumbrar su perfil y a sentir las palpitaciones de sus sensores computacionados, pero...

"El caprichitrón"

Las comisuras de la boca se le congestionaban en forma de anodino y lineal ensamble lineal en ese rostro que clamaba ayuda para su dolencia mental. Llevaba tiempo buscando un remedio a sus quebrantos psicodélicos que le empujaban a complejas sumas de suposiciones fuera del contexto banal de los subterfugios cotidianos. Con la insistente y persistente experimentación entre su yo presente y su previsible yo futuro, había creado un puente que a veces le permitía caminar de un lugar para otro en el extraradio suposicional de las comunicaciones telepáticas auto-ensimismadas. Con frecuencia su yó lejano le traspasaba asuntos del devenir bajo simples flashes con improntas imágenes de situaciones y hechos aún no realizados en su espacio presente del yó consciente.
Mañana,-se decía-, me traerá un cúmulo de acciones ya determinadas y a las cuales me será imposible negarme. Veo,-objetivaba-, a la gente deambular con sus constantes agobios dirigiéndose a sus respectivos y repetitivos quehaceres, como si machacaran necesariamente las suelas de los zapatos como pretexto para comprarse unos pares nuevos.Las caras con sus gestos, los movimientos con sus prisas incontroladas y el interminable ruido de fondo procedente de la estresante y remachacona actividad social, bullian en el dia antes con un ambivalente escenario predictivo. No será facil asomarme en ambos espacios y transportar remedios a lo que sé que sucederá mañana,-divagaba-. Ni tan siquiera sé que mi visión sea parte de ese mañana o que este mismo forme igualmente parte de una realidad manipulable por mi propio deseo. ¿Acaso mi deseo tiene algún sentido físico para confeccionar un camino que me lleve desde mis pensamientos a una meta confortable?. Cada dia que pasaba aumentaba su desorden en fluidas contradicciones sin objetividad. Toda la carga de inercia mecánica de sus sentidos se configuraban por momentos en reflejos de imaginarias ideas que flotaban entre el mundo actual y lo que se suponía tendría que ser el futuro manipulado. ¿Pero quien manipulaba a quién?.
Mientras tanto, sus injerencias en el tiempo para hallar soluciones que transmutaran los errores del dia siguiente o del año venidero, no daban el resultado apetecido. Incluso se diría que esa permanente insistencia en sus deseos de variar o aprovechar las emanaciones que recibía del mañana, se difuminaban con más intensidad en proporción a sus mismas intenciones. Algo borraba información confidencial cada vez que sus pensamientos intencionaban una idea usurpadora del criterio correcto. Una pared invisible hacía rebotar toda visión con fines egocéntricos y solo dejaba paso a finalidades sin propósito propio. ¿Fuerza-antifuerza? o tal vez ¿una sutil energía reconductora de pretensiones poco loables para el resto del sistema colectivo?. Entonces, ¿en función de qué puedo percibir la solución y disolución a mis problemas y a mi misma dolencia mental?. Si yo sé que esa dolencia proviene de la falta de comunicación con otra de semejante condición desarbolada y si en todo caso se presentase, la mia correría a refigiarse bajo los cánones del conformismo ignorantil,-como siempre hace-, ¿qué puedo hacer?. Sus pensamientos no dejaban nunca de farfullar desde lo más complejo del existencialismo hasta lo más irrisorio del puerilismo soterrado. Así que en lo más profundo y menos profundo tambien, albergaba la paradójica intención de capturar a un "caprichitrón" del que decía que todo dependía. Cuando lo veo rugoso, se plancha. Cuando lo veo quieto, se mueve. O cuando le pregunto por mi futuro, se calla. Pero sé que lo hace por llevarme la contraria y no sé qué motivos tiene para ser así. Parece que no le gusta que le definan ni que le señalen como algo. Sencillamente quiere ser lo contrario de lo que quiero que sea. ¿Seremos algún dia compatibles o la incompatibilidad es lo mejor que nos puede pasar?. -Y de este modo continuaba su insondable debaneo en pos de una solución que le acallara los latidos cerebrales que le llevaban a buscar bajo su dolencia mental,-el desequilibrio equilibrado-, a un corpúsculo tan lleno de arrogancia e inexactitud como él mismo: el "caprichitrón".
¿Serán los dos partes iguales y opuestas a la vez?. Algún dia, quien sabe si le dará al uno y al otro por dejarse acariciar y por mostrar sus auténticos semblantes...

Un mar en el Sol

Soñaba el rey Sol con tener un mar lleno de criaturas marinas hiciendo con sus gamas de colores un manto de arcoíris líquido. Soñaba con nubes descargando el nectar fluido e inundando los valles de saltonas ondas ininterrumpidas, empujadas por torrenciales manantiales de rios, chorreando inmensas masas de transparencia; vaciando y llenando su superficie dorada de imposibles.
El rey Sol sabe que tiene que entregar el sustento energético a una esferita azulada donde todo está infectado de organismos multivariados; porque en sí mismo él es estéril.

El Papa vanidoso

Resplandecía en su mano la piedra preciosa que engalanaba la sortija alrededor del poderoso índice; como sello divino. La caperuza mitral a modo de corona sobre la escueta y albina cabellera, parecía elevar las plegarias hasta el diós Omni. Y la blancura de su ropaje tan pulcramente tratado, simulaba un envoltoreo áureo extra-humano.
La mirada del dignatario celestial era altiva, inquisidora, refulgente y reojística. En el aposento papal se preparaba la ceremonia que en unos minutos se llevaría acabo ante la multitud, que aguardaba bajo un inconmensurable techo abovedado del templo vaticanista. Su excelentísima santidad rascose sus partes y hurgose con sus afiladas y bien cuidadas uñas en unas bolindres de mucosidad, pertrechadas en los orificios nasales; mientras se continuaba mirando al espejo, que le ofrecía la imagen cegadora de un pastor indubitativo.
Apretó los músculos estomacales cuanto pudo y sin dificultad expelió el sobrante gaseoso de una digestión mal realizada. Abrió la ventanita que tenía a su lado y sin dejar de contemplarse, abaniqueó con su mano al espíritu maloliente; al cual invitó a desalojar aquel íntimo recinto.
A continuación se centró en el mensaje que ofrecería a la masa creyente que lo recibiría como a una bendición consoladora. -Queridísimos hermanos...-muy repetido, -que Dios sea en vuestros espíritus...-no. Mejor comenzar con un -benditos todos...tampoco. Esto no tiene aires de lo que quiero infundirles, y tal como están las cosas, no creo que sea suficiente. -Estimados hermanos en la aflicción de los últimos tiempos... - Esto puede que ayude a introducir el siguiente párrafo. -Veamos, tal tal tal, hoy es un dia especial, un dia en el que nuestro señor... -Quedará bien. -Y la parrafada siguiente que me ha escrito el fraile la suelto con gesto dulzón y beneplácito; -que luego digan las noticias que el Papa andubo en su linea tradicional pero con un nuevo carisma de esperanza que colma a todos los estratos sociales allí congregados bajo la misma tribulación.
Su santidad se sintió regocijado interiormente y eso le cinceló una sonrisera mueca de la que no pudo evadirse por un buen rato.
Se lanzó una última mirada de conformidad en el espejo antes de enfilar el pasillo que le aguardaba paciente, que se tradujo en un pensamiento vanidoso: me aguardan como último representante divino en la Tierra.
Así fué que llegó al altar con majestuosidad y soberana humildad, comprobando el abarroteo presente. Era más que una congregación de fieles. Allí se agolpaban gente mal vestida, con caras que denotaban a la vez, desesperanza, miedo y desdicha. Ni rastro de la clase elevada que antaño ocupó los primeros lugares en cada ceremonial importante. Todos eran del mismo estrato misérrimo. Aquella estirpe de ilustrísimos personajes, se desvaneció en una tormenta financiera que inundó de lodo altruista la ciénaga del mundo.
El Papa vanidoso les ofreció su mejor pose presbiteriana cuando elevó los brazos al cielo, en plan invocación, y comenzó diciendo: -Estimados amigos en la afliccíón de los últimos tiempos...Ahí se paró. El izado de brazos junto a otro necesario esfuerzo de voz, le produjo una abertura momentanea en el esfinter anal, del que brotó raudo un suculento amasijo fecal que recorrió vertiginoso sus decrépitas pantorrillas.
La cara del pobre hombre transmutó al instante y la de aquellos que le rodeaban -entiéndase por comitiva papal. Los que se hallaban situados en las primicias más cercanas a su santidad dejaron paso a los de detrás, huyendo de la descomposición orgánica. Mientras, su séquito le cogío practicamente en volandas para retirarlo, haciendo acopio de fortaleza contra las convulsiones vomitivas que provocaba el hedor corporeo del santo padre.
-Dejadme que acabe ¡por dios!, imploraba. Se negaron en redondo con todo el merecimiento del uso que se hace de la razón en tales circunstancias. Le confortaron fehacientemente mientras le arrastraban de nuevo a su aposento, con la certeza de que uno de los más destacados aspirantes al trono de Pedro se haría responsable de transmitir la homilía que tanto le costó confeccionar. Él, mientras tanto, sintió el más frio abandono por parte de su Altísimo, que de tan alto, puede que ni lo viese; pero ya se recompondría. Estaba hecho a prueba contra toda adversidad y la fe le protegía como una barita mágica que todo o casi todo lo ajusta a los designios de su Señor.
Ya al otro lado, un joven prelado excusaba delante de la marabunta desaliñada a su superior, aduciendo un desvanecimiento propio de una edad avanzada. Tras lo cual comenzo a leer lo que el santo padre llevaba escrito para la ocasión: -Estimados amigos en la aflicción de los últimos tiempos...

La trilogía exacta de una religión perfecta

Desde las fauces estereotípicas de los melandros mentales de orígenes sobrenaturales y procedencia supradivina, un graznido de elocuente barruntera de desatinos cosmopolitas se expande sobre la carne, teñiendo de rojo remanente su constante asedio a la beneplácita creencia del más allá. Velos ornamentales dibujados por eruditos conceptos, juguetean entre símbolos de estirpes olvidadas en el tiempo y que junto a mandamientos desnaturalizados y apartados de la mano creadora, se implantaron convergiendo en orondas formas que descansan plácidamente en sus lechos de luchas pasadas; buscando una llave que ofrezca al mundo los secretos que moran en el subconsciente ignorado. Entre el antes y el después, el antagonismo eclesiástico continúa llevando el reflejo del desastre universal como parangón del cenit de la existencia; en rememoración a la impotencia del dogmatismo que se ancla a su fondo esteril pintado de resurrectorios deseos que no quitan la incertidumbre.
La trilogía exacta de una religionaria visión ultra e intra-fundamentada consciencia se determinaría en los mismos bordes de la finitud humana y su infinita proyección de vacío profundo con ausente materialidad; concatenando las condicionantes necesarias para elucubrar un sistema suposicional que resurja de sí mismo, llegando a la escenificación de un contenido en constante movimiento desde la quietud de la inexistencia.
Dicha concepción perfecta se moldearía a partir de una base más materialista y humana, existente, la cual se halla impregnada de la capa de duricia que impide apreciar su estructura más elemental: uno mismo.
Esa es la fuente de aportación por donde brota toda emanación de esencia quasi-real.

Planeta Virtual

Ahh, continuaré un poco más, esto es la leche, todo mio, absolutamente mio. Vuelo, iré a todo carajo, haré una rasante....plashhh, me he llevado a la vieja por delante...buen dia, le daré más brillo al azul, ¡cuanta gente!. Los exterminaré a todos ¿polis? de momento no existen, puede que algún dia...Disfruto jodiendo al maximo a estos cabrones.Vaya mierda, la realidad es una puta mierda, ¡quien se cuida de la realidad?.Trabas físicas que mi mente se niega a seguir permanentemente....

Soy el super-héroe inmortal capaz de cruzar el universo virtual en un instante y de sentir el sabor de apretar el botón del exterminio total. Nadie morirá, pero yo me siento el mayor destructor con poderes infinitos. Nadie me condenará por esto y lo reconstruiré cuantas veces sea necesario. El infierno no me producirá el mínimo daño y el mal quedará doblegado a mi voluntad.
Ahí fuera me darán los cuatrocientos millones de normas a cumplir, una mierda, que se vaya todo a la puta mierda junto a la carne, los huesos y el alma. Solo queda la asfixia y un continuo desequilibrio paranóico, ojos salidos de sus órbitas, venas infladas por todo el cuerpo y la babosidad repugnante del pensamiento putrefacto. La compostura del engaño, eso es, la esclavitud del sistema que me requiere disciplina a cambio de la amenaza de justicia carcelaria....Pondré el programa para salir de la órbita terrestre, voy a contactar con alguna civilización honesta ¿existirá? El programa lo dice y asegura. Será otra mierda de civilización a semejanza de la nuestra. Es seguro que algún ejemplar de fuera esté navegando como yo, buscando algo parecido...¿Un encuentro virtual entre dos mundos reales?...No sabe lo que les espera, llevo mi mega-destructor de galaxias, ¡que no me jodan!...A lo mejor esos cabrones van de más hijos de puta que yo. No estaría mal un desastre aniquilador entre programas...Ehhh, ahí veo una estructura con síntomas de idiota mental extra-galáctico, posiblemente un capullo de ideas altruistas, un avanzado con ganas de modificar mis pensamientos...Voy a por él, sea quien sea...a toda velocidad. Cojones esto parece un pixel errante con forma de tío, me acercaré a tope. ¡Qué, intentas deslumbrarme! te voy a dejar seco si uso mi descolocador de energía líquida, acojonante. No entiendo su código de comunicación, tal vez sea un maldito chino encabronado con sus líderes...o un judío con brotes místicos que ha captado mi señal decodificada, ahora verás. Ehh, ¿que haces en mi hiper-espacio virtual?¿alguna identificación o contraseña?.Oh,oh, el tipo me manda un mensaje a traves de mi red sensorial, estoy alucinando, este no es un alien, parece alguien que viene a mi encuentro. No es posible, yo voy hacia allá y el viene hacia aquí de allá....-La cena está lista, deja el ordenador, que luego pareces ido-. Ya voy, un minuto, acabo enseguida. Joder, ahora no quiero dejar esto, es una buena oportunidad, la cena, ¿qué cena? vaya mierda...Un momento, ¿dices que eres de un planeta virtual? claro, estás en el programa ¿interactuas?..¿Me estás diciendo que los virtuales somos nosotros?. El tipo es duro pero me está dando un subidón tremendo...Bueno después seguiré a ver que pasa con el colega, está potente el cabrón...Vuelvo a la puta realidad, en casa, al calor del desconocimiento y la limitación de la duda...Ya voy, apago esto enseguida....joder.

Objetividad transitoria

La objetividad...la parada gris del camino peatonal en el que se cobra un peaje por transitar....Buen viaje
Toda objetividad transitoria lleva la marca de un mordisco mental que ha intentado quedarse con lo absoluto del resto no mordisqueado. A ese restante al que no se le ha hincado el diente se le desprecia por falta de sabor y se le suele enmarcar con un dicho de lo más objetivamente elocuente: subjetividad.
Como la objetividad absoluta está compuesta de una infinidad de objetividades transitorias, tendríamos que hacer una representación puntera para definir expresamente su existencia.
Objetividad transitoria seguida de unos mil puntos suspensivos tras lo cual irá otra objetividad transitoria y otros mil puntos suspensivos y...así hasta el infinito mental.¿Pero acaso no hay nada en esos paréntesis de miles de puntos suspensivos?

La manzana de Newton

Una persistente afirmación no consigue hacer valer su fuerza para mantener por más tiempo un error de percepción histórica.
La manzana que hizo despertar a Newton de su estupor onírico no fué el resultado de la atracción terrestre. Previo a eso, un pajarito picoteó la jugosa fruta justo en la parte que la unía al arbol.
Esa es la auténtica verdad de aquel cotidiano hecho que ha trascendido como uno de los grandes portentos deductivos de nuestro pensamiento.
¿Ley de la gravedad terrestre o del picotazo aereo?

Breve quimera quántica

y el tiempo no existió...y no contuvo nada...todo fué una ilusión sin sentido salida de dios sabe donde...para regresar al olvido de la inexistencia infinita...

¡¡Mentes!!

Las matemáticas inexactas

Han pasado ya unas décadas desde que 2012 se transformó en una especie de eje que gira en sentido contrario a las agujas de un reloj clásico.Las cosas van hacia atrás, retrocediendo y buscando el comienzo de todo.Las matemáticas suman en negativo sin que algo vivo tenga la intención de progresar.

La gente parece sentirse contenta con este hecho, pero en el ámbito de los conocimientos científicos la cuestión es examinada detenidamente.¿Hay alguna suma detectada en positivo?.No, es la respuesta habitual. Pero de todos modos los nacimientos y las defunciones corresponden al proceso natural de siempre. Es en sí la propia naturaleza la que reescribe de algún modo el futuro de los genes con la misma marca que utilizó como medio evolucionista que implantaba modernidad al pensamiento.Dicho pensamiento se encuentra ahora controlado por una idea universal inversa, que es lo que da como resultado unas matemáticas inexactas. Si dos mas dos daban cuatro, ahora no es así. Menos cuatro, da menos cuatro y eso concuerda con la realidad exterior.
Se espera, de seguir este proceso negativo, una llegada al primitivismo en apenas unos cientos de años. La mente parece seguir un patrón desconocido para el raciocinio que hasta este momento se determinaba como la única senda posible a seguir.
Ahora que el esfuerzo social lleva forzosamente en dirección a rios, mares y cielos límpios de contaminación y en general a una repoblación abundante de naturaleza salvaje, el hombre comienza a sentirse no-culpable y a comunicarse nuevamente con lo que le lleva a sus orígenes.A 2012 se le conocía previo a este desenfoque ilógico con el sobrenombre de año del fin de los tiempos, cosa que parece haberse previsto desde una perspectiva mucho más inteligente de lo que se suponía.
¿Es la propia especie quien decidió dar este paso que le salvaba de su autodestrucción, o es algo más?. En esta ocasión como en todas las posiblemente anteriores, las matemáticas inexactas conducen a un crono futurista en el que espera la fuerza vibrante de los elementos que dieron lugar a la conformación de la biodiversidad. ¿Que es el progreso o el retroceso? insisten en preguntarse los más destacados lumbreras del intelecto. Desde luego algo que conlleva una inexplicable conducta de aceptación al igual que los ciclos cósmicos.
Los niños juegan felices percibiendo un futuro refulgente a sus vidas. Los mayores vuelven a reencontrarse con recuerdos que penetran en las frondosas estelas de los bosques, mientras que los jóvenes se desprenden de las cadenas que les ataban a las máquinas y a la esclavitud del trabajo mecanizado.
Solo se tiene que esperar a que los espíritus que moldearon los pilares de la vida en el planeta se conjunten nuevamente para determinar qué proceso es el más conveniente al orden existencial.
Mientras tanto queda por delante o por detrás, según se mire, una esplendorosa época de la que se debe disfrutar.
Las matemáticas inexactas es la más probable certeza de la exactitud.

La conjetura electiva

-Desde antaño, la pobreza es la bandera del reino de los cielos y los ricos no son nombrados para el reparto de una parcelita en el lugar destinado a los que se convertirán tras la transmutación física en permanentes felices.
Esta conjetura se entiende para todo aquello que se supone dentro del devaneo mental de las quasi-afirmaciones. Osea, que es muy probable que un rico no pase a la posteridad como cupón preferencial para alcanzar su dicha eterna. -Y así llegamos a nuestros días-, decía el mago en una de sus habituales charlas a sus alumnos; aspirantes al conocimiento oculto y verdadero. Claro que siempre hay entre los estudiosos infantes algún avispado -que no obispado- que sus luces andan más encendidas que los paseos comerciales. Y uno de ellos se atrevió a manosear y poner a prueba el gran intelecto del sabio ocultista. -Estimado maestro y profundo mago-, soltó. -En la actualidad, la cualidad de pobre no es bien venida, y ser rico llama mucho más mi atención....¿porqué no ser rico y hacerme un hueco en el cielo?. El mago se echó mano a la larga barba y comenzó a tirar de ella mientras hacía un tirabuzón, tras lo cual le dijo: Se supone que Dios nació pobre para dar ejemplo del camino a seguir, ya que un rico no cabría por la puerta que lleva a los cielos. Así que para ser rico y conseguir un asiento allá arriba, te deberás convertir en suficientemente pequeño como para que no te vean entrar. Pero también te supondría el no poder mover ni una sola moneda de las que dispondrías en vida....El mago arqueó la ceja y cerró un ojo a la espera de respuesta. El aprendiz no tardó demasiado en decidirse: - Creo que prefiero disfrutar, de momento, de lo poco que tenga como pobre, hasta que me convierta en mago y consiga solucionar el problema del tamaño de esa puerta.
El venerable mago respiró complacido y continuó impartiendo la clase sobre la conjetura electiva.

Un científico muy loco...

La base caótica de la última dimensionalidad en una esencia sin temporalidad ni espacio conceptual, muestra un rastro perceptivo radial y espectropsíquico que confluye en su mismo reinicio....
-apunte eso señorita-.
A este chiflado se le entiende cada dia menos,-refunfuñó la ayudante-.
El científico, de unos setenta y tantos años, algo encorvado y con ropa de calle pulidamente pulcra, se desprendíó del ultradimensional casco quántico.
La barrera espectral del último de los últimos componentes esenciales de la existencia no parecía querer surgir de modo coherente. Los aceleradores de partículas habían quedado relegados y reducidos a elementales anécdotas mastodónticas y en su lugar se aplicaban conjeturas de índole supraconsciencial en busca de un origen aleatoriamente quasi-mental. El campo expansivo de tal característica universal era también por tanto quasi-infinito y con una coyuntura más concreta hacia el origen no-creacionista, sin "big-bang ni crunch".
-Comprendo mejor el sentido último de la existencia que me aportan objetivamente las flores de mi jardín...que desde la profunda y misteriosa inexistencia de los quantos que voy encontrando en mis paseos experienciales-.
Aquel megalómano personaje llevaba gran parte de su vida aferrándose al propósito de desentrañar la pregunta sin respuesta de...¿que es todo esto?. Así mismo, la sala en la que realizaba sus ensayos era la pura abstracción proyectiva del holografismo enlatado que controlaban un par de computadoras quánticas de bolsillo de última generación aún no conocidas, capaces -si se les consultaba- de predecir circunstanciaciones manifestables con meses de antelación. Pero estos mega-eficientes soportes asistenciales tenían marcados sus límites actuantes...La señorita ayudante era igualmente otra especulación psíquico-proyectiva con inteligencia artificial deductiva, que el mismo cerebro conceptuaba como algo real, con personalidad y consciencia; como otro ser humano más.
-Señorita, en todo el tiempo que lleva ud conmigo, jamás la he oido preguntar nada acerca de su origen y su destino...
-Profesor, le respondió la ayudante proyectiva...¿de qué me vale una pregunta si no contiene respuesta?.
-¿Quien le ha dicho que no hay respuesta en esa pregunta? le sugirió aquel penetrante chiflado.
-¿No le parece que la respuesta a lo que ud busca se encuentra en la misma pregunta? le sugerió la proyección.
¿En la misma pregunta está la respuesta de dónde y del cómo surgió el origen de todo?.Pues no veo esa respuesta por ninguna parte...
-Exacto profesor, le contestó ella. ¿No cree que la dualidad pregunta/respuesta es una misma cosa?.
En todo caso sería media pregunta y media respuesta, le respondió el científico.
Entonces...,le preguntó la ayudante proyectiva: ¿porqué no se planteó nada antes de existir?...
El profesor la miró sorprendido esperando observar alguna perturbación electro-magnética o extrapolación psiquico-quántica en el entorno de su figura, pero solo contempló una mirada burlonamente humana que le desafiaba desde la supuesta inferioridad subliminal.-¿Lo dice en serio?.
-Completamente,le lanzó ella, sin la más mínima duda.
-Ummhh...,tal vez era porque yo no existía, le soltó sorprendido el científico, ¿no le parece?.
La especulación proyectiva del ente psíquico de las dos mega-computadoras quánticas no debió de dar un paso tan atrevido frente a una mente dedicada y preparada para buscar respuestas pero no para encontrarlas. Eso le traería la confluenciación de consustanciaciones problemáticas sin resolver para una constante infinita que le llevaría de nuevo a la nada. Pero insistió...
-Profesor, ¿puede el ámbito de la existencia impedir que lo que no-existe se haga preguntas de un modo u otro?. Pues ahí es donde se manifiesta la respuesta que no existe...en la no-existencia.
Sin pensárselo dos veces, el científico que estaba sumamente loco, manipuló el programa computacional de los procesos proyectivos cambiando el espectro conceptual informativo, y al instante se desvaneció la imagen aparentista de la ayudante, dando paso a otra manifestación de ente expontaneo en una concatención holística.
Seguidamente, el estrafalario y loco científico se colocó su casco ultradimensional quántico para adentrarse una vez más en lo profundo que cabe suponer. Tras pasear aleatoriamente por quantos y más quantos durante un lapsus de tiempo infinitamente detenido en un instante, se dirigió a través de las ondas cerebrales a su recien creada ayudante, para dictarle: La base caótica de la última dimensionalidad en una esencia sin temporalidad ni espacio conceptual muestra un rastro perceptivo radial y espectropsíquico que confluye en su mismo reinicio....
-apunte eso señorita-.
Esta refunfuñó, pero no dijo nada más....de momento.

El tercer jugador

La cuadratura de aquella superficie soportaba la tensión cardíaca de uno de los jugadores. El tablero de consistente aglutinación materialista era testigo reticente e inoperante de los sortilegios mentales, entrecruzando una adivinativa carcasa de computación sistémica y deducciones logístico predictivas.

Esa amalgama junto a gotas de sudor, emanadas de las sienes del convicto, indicaban un momento estelar; era su último día. Al menos todo indicaba que así sería. Las palpitaciones le llegaban hasta las yemas de los dedos. El estómago relinchaba y le daba coces. Serenidad era un atuendo deshilachado en aquel momento.
Jugaban tres.
Uno era alto dignatario celestial, elevado espiritualmente; de estatura considerable, pelo blanquecino nieve, melenado y de faz hermosa.
El otro, representaba a la coalición de fuerzas tenebrosas del sindicato infernal; todo él era de color fuego mate. Parecía estar siempre con fiebre y su cuerpo era muy peludo y lleno de protuberancias a modo de cuernecitos. Destacaban unos penetrantes ojos y unas manos huesudas acabadas en largas uñas bañadas en sucia cochambre.
Estaban asentados en el planeta, sobre la bola esférica. Tan considerables eran sus tamaños, que constantemente bamboleaban a esta con el peso de sus masas.
Las interminables acciones indeterministas del convicto le procuraron una sentencia firme, que a última hora quedó un poco equilibrada. Mucho tiempo atrás se firmó la hora, el día, el mes y el año en el que se llevaría a cabo la finiquitación.
Mientras llegaba dicho momento, los tres se dedicaron a publicitar aquellos valores que presuntamente configuraban las cualidades más acentuadas de cada uno.
El más débil sin duda era el reo sentenciado. Claro que aniquilado este, los otros dejarían de tener algún sentido en el marco coyuntural de las galaxias y su creatividad dentro del condicionante de la relatividad general y su gemela asimétrica inversa, -quántica-, sumiéndose ambos en el olvido infinito.
Todo el episodio mundístico y sus connotaciones filosóficas estaban en juego.
El convicto miraba sus cartas atentamente; era una combinación diabólicamente buena. Intuía que saldría vencedor y eso suponía la abolición de la sentencia que pesaba sobre él, pero no se fiaba. Quizás se trataba de una estrategia orquestada por esos otros dos eminentes jugadores.
¿Habían decidido repartirse el pastel?.¿Cómo salir de dudas?
El tercer jugador, -el reo-, tenía una pequeña disposición a su favor: si prestaba mucha atención oiría los pensamientos de sus dos oponentes. Para ello debería dejar de oirse así mismo, de ese modo no entorpecería la llegada de tales efluvios magnéticos de consistencia informática. El mundo entero escucharía de rebote el tipo de jugada que iba a desarrollarse sobre el tapete verdeazulado y en consecuencia usar la anticipación que evitaría la derrota y consiguiente aplicación defenestrante.
Era vital que la sentencia no se llevase a efecto, pero ¿qué perdían aquellos representantes celestianoinfernal si no ganaban?
-Deja que saque el "as" despues de que nosotros demos la impresión de no llevar triunfo alguno-.
-Lo escuchó con toda nitidez; era asombroso.
La trama se manifestaba entrelazándose retorcidamente entre suposiciones y ambages temerarios con posibilidades conmutativas. ¿Debería seguirles el juego o escucharse nuevamente sin utilizar aquellos supuestos pensamientos a su favor?.
Disquisiciones, disquisiciones mentaloexistenciales que le reportaban más dudas.
Aquellas gotas sudorosas que resbalaban por sus sienes, se hacían eternas al son del ritmo taquicárdico que retumbaba dentro; como cañonazos a bocajarro.
-Sacaré el "as", mientras conservan los suyos para el final...
La partida continuó con un atuendo de recalcitrantes artimañas mentalísticas en su última mano. Bajo esa presión tan considerable y al borde de la derrota ineludible, el convicto se sumió inesperadamente en un manto acorchado de inenarrable relajación.
Lo inevitable comenzó a fluir, a modo de imágenes de todos los tiempos, por la mente del sentenciado. Aquello se semejaba a un compendio visionario antes del fin.
De pronto, casi en el justo instante en el que la guadaña de la receptiva justicia universal se disponía a ejecutar al tercer jugador, -aquel que no podía ganar bajo ningún concepto-, este, sintió una especie de "tironazo" que le arrancó practicamente de la piel, yendo a parar simultaneamente a las estructuras elementales del psiquismo de sus dos competidores.
Entonces se vió del mismo modo que estos lo veian a él: teniendo dos visiones completamente diferentes.
Aquí los anagramas dualistas de los patrones conscienciales remarcaron las contracturas del individualismo como algo inexistente, imaginario, pero contexturado a la propia autoexperiencia.
Los dos grandes jerarcas y desencadenantes de su ejecución, eran proyecciones que brotaban de los modelos que él mismo había creado desde su ambigua capacidad de autoreconocimiento. Y si lo ejecutaban, ellos se desvanecerían.
Se relegó nuevamente hacia su yo y regresó a ese instante ejecutor...La guadaña ya tocaba con su filo el punto crucial, cuando el reo, -el tercer jugador-, tuvo la certeza de que aquella partida de cartas nunca se inició. Estaba dentro de un anagrama en el que había imaginado un reto . Fué en ese instante que deseó dejar la lucha incesante, permanente, eterna, y ofrecerse como fruto único, sin contendientes ni adversarios, Solo sería "el jugador".
La guadaña entonces se detuvo, desapareció y nunca más regresó.
El planeta dejó de bambolearse y el peso de la masa espectral del primer y segundo jugador cesó.
Entonces un brillo majestuoso se expandió por todo el Universo desde aquel lejano planeta, que segundos antes estuvo al borde de la ejecución.

Comadrones y sepultureros del Más Allá

La habitación transgredia los conceptos más avanzados, rompiendo el estereotipo ocular de la percepción clásica. En el centro había un sillón paranoide con cables aquí y allá. Frente a este, otro sillón más alargado, sumiso, estéril, sin propósito; solo era un símil metalógico. Una luz indómita sin soportes ni fijación flotaba por el ambiente, en un alarde de palpitaciones de acción claroscura. Solo era luz maleable por sí misma, con inteligencia sin piés ni cabeza, autosuficiente, erudita y megalómana; porque ya contempló muchas transmutaciones hipersaltónicas.

Los cuerpos eran situados en el sillón paranoide, en medio de convulsas pinceladas espasmodéicas. Este tenía pelusa canosa de varios días, en una cara tránsfuga de ojos que evitaban mirar. Algo tenso, se aferraba con ambas manos a los firmes reposa-brazos.
Figuras altas y bajas se fundian a su alrededor entre uniformes vanguardistas con emblemas subatómicos en hombros y mangas; eran los sepultureros energético-conscienciales del más allá, a la espera de realizar un trasvase hacia un no-nacido.

Por un extrañamente indetectable sitio, surgió otro grupo idéntico que se acercó al sillón más alargado, dejando en él un cuerpo anómalo, futurista, extraido del perfeccionismo adénico humano. Era la estructura del psiquismo de un sumiso, estéril y sin propósito ser no-consciente.
La luz auto-suficiente comenzó una escalada reactiva de empujes transconsustancionales, variando levemente las palpitaciones de sus tonos. Los parámetros del trasvase estaban operando desde profundas etimologías cientifico-mentales, haciendo que los aceleradores de partículas inversas, nanoadaptados a las dimensiones de los derivantes fotónicos, dirigiesen todo el flujo existencial del nacido al no-nacido.

La habitación en un momento dado se llenó de una luminiscencia cegadora que duró unos instantes; era el momento esperado. Los sepultureros del más allá se retiraron con el cuerpo inerte, transfugado, sin pulso, -antiguo envase humano- desapareciendo por el espacio imperceptible de la sala.

Las otras figuras altas y bajas continuaban agolpadas alrededor del sillón "sin propósito".

Aquel ser pequeño y cabezón no-nacido abrió por fín unos enormes y negros ojos opacos. Su rápida y electrificante mirada radiografió en una fracción de segundo lo detectable e indetectable del entorno. Era muy energético, casi impaciente. Se le notaba sobreseguro y con ganas de tomar su primer bocado. Esto último sonó como una voz telepática o una orden urgente que fué complacida. Uno de los "comadrones del más allá" le proporcionó una pila cúbica radio-activa, de unos tres cms de lado. El no-nacido la tomó con su mano de seis dedos y se la acercó a la altura de la garganta. Una aureola intensa azul turquesa emanó de su cuerpo; era una transfiguración de enorme poder foto-voltáico. Fué entonces cuando sus grandes y negros ojos opacos comenzaron a brillar con una virulencia ultra-potente.

¿Que tal tu nueva mente Johnny?

Era la primera comunicación mentalista del grupo de comadrones con el nuevo no-nacido.

-Lo sé todo. Ahora lo comprendo absolutamente todo.
-Tranquilo Johnny, pronto comenzarás a desenvolverte en tu nuevo universo; un Universo superior.
-Sí, ya lo detecto...

La sala quedó vacía por un tiempo. Y de nuevo todo estaba preparado y listo para el siguiente "Salto"
 

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