Vetusto árbol destartalado

La energía que se desprende en los comienzos de la vida, cuando descubrir lo ya descubierto y reinterpretar cada momento como algo nuevo, se adhiere con la fuerza de la naturaleza a cuanto coexiste en nuestras emociones.
Es la virulenta acción del símbolo imperecedero de la regeneración, junto a un hermoso árbol en su más espléndida etapa, lo que antecede a la subsiguiente fase de inherente decrepitud camino del olvido.
Pero solo hay desídia en la incomprensión, mientras que el propósito lleva una finalidad que el tiempo no marchita. Esa leve nostalgia placentera, proyectada desde el recuerdo, es la sustancia que impregna de modo indeleble a todo aquel añejo espacio vivido.

-Las frías sombras que se arremolinaban bajo las primeras proyecciones argumentistas, del manto vegetativo de la ciénaga taciturna, comenzaron sumisas a elevarse después de permanecer desparramadas junto al vetusto árbol destartalado. Desamparada y retorcida estampa, enaltecida por un pasado de brillantes instantes y magnificado cuando rizos dorados de brotes luminosos asomaban al despuntar el horizonte mañanero, se mecía en un vaivén sedoso al paso de la brisa tempranera entre la densidad del verdusco ramaje, repleto de ingente frondosidad hojística.
Aquel antaño pedazo de naturaleza rebelde compartió complicidad con cada cita cuando presidía los efluvios de pensamientos amorosos, que al atardecer y en cada noche lunera, se encendían. Fue la fuente vivificante del comienzo de muchas pasiones, de promesas realizadas bajo la ensoñación del deseo y grabadas con la improvisación de un bisturí rudimentario que trepanaba su corteza, para dejar la huella de unos corazones perennes.
Las trémulas e inolvidables sensaciones que el tiempo convirtió en néctar diario, lo desnudó, y su silueta espectral trascendió la realidad fundiéndose con aquellas sombras que bailoteaban alrededor de su amanecer.

Caleidoscopiando

Me llevé aquel cilindro de cartón duro a la altura del ojo derecho y cerrando el otro me concentré a través del pequeño orificio en lo que había en su interior. Era un espectáculo espléndido, lleno de figuras geométricas de diferentes colores que cambiaban al compás de un ligero movimiento de mi mano; la bóveda iluminada de un gran teatro que incesantemente altera su decoración, aportando una multitud de fantásticas composiciones artísticas.
Al cabo de unos instantes dejé de mirar por ese hechicero objeto, que me provocaba un gran interés bajo el influjo del continuo e interminable resurgir de tanta maravilla; para quedar temporalmente anonadado en reflexiva actitud. ¿Cómo era posible hacer que una serie de anodinos y amorfos cristalitos de variados colores, sin más sentido, llegasen a combinaciones perfectamente estructuradas?¿A quién se le ocurriría?
Volví a ojear aquella muestra de arte subjetivo surgido de la teoría del caos cilindrista y...efectivamente, mis sensaciones mentales de la realidad seguían captando el resultado coherente de una cocción aleatoria sin finalidad inicial. Algo tan rematadamente inerte e inútil visto desde la perspectiva del reflejo, se convertía así en la base sólida de las estructuras más elementales de los compuestos de la materia...Era curioso.
A partir de ahí no supe diferenciar entre la auténtica fuente primigenia que nada pretende, de los magníficos efectos especiales que se prestan a deleitar mi capacidad impresionista cuando despuntan como luminiscencias dentro del entorno universal.

La plaga

^¿Has oido las noticias?. Dicen que millones y millones de topos están desplazándose por la superficie y bajo tierra devorándolo todo. Cultivos, árboles, raices, parecen los principales afectados pero también los cimientos de construcciones y otras estructuras quedan destrozados. Ciudades enteras están siendo invadidas y la gente atacada.
-¡Eso no es posible!.
^No se lo explican, pero está sucediendo y vienen hacia aquí.
-¡No me jodas, Rafa!. ¿Y no pueden acabar con esta situación?.
^Han intentado quemar el terreno inyectando combustible y lanzando bombas incendiarias....pero no afecta lo más mínimo porque surgen bichos de no se sabe donde. Un satélite ha captado su desplazamiento, y es como una mancha oscura que va expandiéndose a gran velocidad por todas partes.
-¡No me lo puedo creer!, seguro que se trata de un fenómeno desconocido.
^Que nó, que nó, que no hay dudas.
=Yo permanecía tan ensimismado oyendo la conversación, que incluso hice una inspiración profunda porque durante ese espacio de tiempo se me olvidó respirar. Es una locura, la naturaleza definitivamente se ha vuelto loca o está en plan borde con nosotros. ¿Una plaga de topos atacando todo a su paso e invadiendo ciudades?. ¡Pero qué tontería!.
=Los dos viajeros de mediana edad que comentaban esto iban en los asientos de delante. Éramos ya pocos en el tren haciendo aquel trayecto nocturno, y la inaudita conversación me tenía petrificado. Yo seguí prestando una irresistible atención para ver qué más decían.
^Muchas ciudades han desaparecido completamente del mapa. Dicen que los que se encontraban dentro de ellas en esos momentos, no han conseguido sobrevivir.-
-¡Qué dices!. ¿Que están todos muertos?..-Venga hombre, me estás tomando el pelo.
^Te juro que es verdad y cuando llegue a casa pienso coger a mi familia y largarme no sé adonde, pero lo más lejos posible de aquí. La cosa está muy jodida y no quiero que me pille en medio mientras encuentran una solución, si es que la tiene. Tú deberías hacer lo mismo, porque de momento solo están con eso de que mantengamos la calma...
=El corazón se me había acelerado hasta casi la taquicardia y una sensación de paranoia incontrolable me sacudía el cuerpo.
Mientras tanto, el tren hizo una nueva parada. Subieron varias chicas muy alteradas, con los libros y apuntes apretados fuertemente contra el pecho. Permanecieron de pié junto a los asientos y el pasillo. Estaban histéricas, se arremolinaban el pelo con movimientos desesperados y se lanzaban palabras confusas entre improperios abstractos.
>¡Jó tía qué fuerte!...la leche, estoy temblando.
<¡Mierda, mierda! ¿habeis visto cómo salían?. >¡Por dios! que arranque ya esto.
=Ahora sí que estaba mi mente orbitando. Sentía un miedo irracional mientras mi sentido común luchaba por no dejarse llevar de aquella situación tan surrealista.
<¡Por favor, que arranque ya!.
=Las chicas parecían estar empujando con sus incontrolables movimientos a la máquina, que se empeñaba en permanecer estática bajo un lapsus de estacionaria psicosis.
No sé si los dos tipos continuaban con el diálogo...Yo, con el estrés que llevaban las estudiantes y otros cuatro chicos que se tiraron practicamente de cabeza adentro del tren,-como si les persiguiera el diablo-, estaba de una tensión animal.
/Se están cargando todas las instalaciones,-rebufó colérico uno de los chicos.
//Yo he visto a gente con bichos que les subían por el cuerpo,-decía otro. Algunos ya están tirados por el suelo y... ¡se los estaban comiendo!.
=Mientras mi comprensión continuaba sobrecogida, surgió casi de modo sobrenatural, -junto a la puerta-, el conductor del tren. Asomó con su figura compungida, fuera de sí y la cara desencajada, anunciando que teníamos que salir del tren rápidamente.
)¡Salid todos fuera!. Apenas quedan railes, están desapareciendo y no hay nada delante.
=Sobre sus zapatos tenía varios topos, muy negros, que comenzaban a trepar y encaramarse por sus pantalones hacia los hombros. Los gritos se descontrolaron y se fundieron con la estampida que se produjo a continuación.
Salimos despavoridos de allí con el instinto subyugándonos la razón; hacia la frondosidad del impenetrable bosque que se intuía al fondo, entre la absoluta oscuridad reinante.
=Con tal peligro abrazándonos en la noche, intentamos huir de aquella plaga maldita agazapándonos como bestias hasta que nos fuimos fundiendo con otras multitudes que también consiguieron, momentáneamente, esquivar aquella gran crisis destructora que lo estaba corroyendo todo.
Lo que pasó después es aún más increible....

Los gemelos sistólicos

Los retrógrados, elásticos y saltónicos hermanicios, decidieron concebirse desde la placentera concepción embarazonil de una madraza adulterada en la fase cuarentoniana.
Sus anómalos físicos asomaron a la impronta mundana un día que fué proclamado como patrimonio holístico de las confabulaciones falseras, festivo sin serlo y jornada perdida.
Fué la biparturienta alumbración la señal del cambio de los tiempos, una proclama universal a los derechos inusuales de los cerebrillos que vagabundean por inocuas metas que jamás se alcanzan, de esos que oniriquean despiertos y se pasan el tiempo perdiéndolo con subjetividades sin anabolizar bajo tintes de productividad sistemática.
Crecieron entre miradas compasivas de ilustres mentes deductoras, que impregnadas de suma curiosidad cientificóide, se aferraban a la metodología del conocimiento para arrebatar al misterio de los gemelos sistólicos, sus erráticas figuras junto al pensamiento raramente conceptualizado en términos entendibles.
Fueron unos años iniciales poco humanizados para estos enjendrillos, pues permanecieron ocultos al mundo y a la propia progenitora, ya que el aportador espermático nunca asomó su faz a la posibilidad paternal.
El laboratorio subterráqueo, allá en las profundidades del ocultismo gubernamental de alguna potencia transgresora de los derechos humanos, había sido el hogar de los alumbrados. La metapsíquica y los poderes mentales se confabularon en los límites de la ortodoxia natural de los dos, para llevar a la contingente aglomeración social a su máxima expresión biogenética....
Un día, cuando todo estaba casi apagado, cuando la manifestación esperanzística se hubo disuelto en el pesimismo ancestral de una consciencia demasiado consciente de sus aparentes limitaciones, decidieron como última alternativa a la desmoralización general, que fuesen mostrados a los ojos de la masa indolente.
La nueva imagen del prototipo coyuntural mental del bicéfalo gemelístico sistólico, como la consecución trascendente más relevante desde que el hombre pisó la Tierra, resonó luminosamente desde la acrisolada estancia habilitada para retransmitir el acontecimiento.
El reflejo de un cuerpo tan elástico que llegaba a desdoblarse, tan saltónico que pasaba de materia impura a energía pura, y tan retrógrado que se situaba en los albores de la creación del subconsciente, destelló en dirección a los apesadumbrados seres que miraban impávidos la pantalla televisera. En aquel mismo instante, aquello de caracter suprahumano se configuró en modo sistólico y al unísono saludaron con ademanes de brazos y manos junto a una torrencial cascada de beneplácitas sonrisas de ultradimensionalidad inteligente.
Ambos, coordinando una yuxtaposición mental del orden superior, enviaron un mensaje de alta y baja frecuencia rítmica hacia las enervantes, atónitas y conjugadas consciencias presentes, tras lo cual todos quedaron saciados de nuevas y profundas emociones que despertaron viejos y escondidos mensajes adenísticos.
Ya nada volvió a ser igual ni desigual, fué sencillamente diferente. La prueba palpable de que el futuro se había infiltrado en el ámbito de un tiempo desmembrado bajo el soporífero manto de la desidia existencial, se encontraba frente a los objetores y crédulos del poder imaginativo.
Los gemelos sistólicos fueron proclamados sin ninguna duda como los imprescindibles embajadores del nuevo modelo emergente del colectivo remasterizado. Sus estructuras ambidireccionales encajaron a la perfección dentro del conjunto molecular del resto del sistema y nunca más pisaron los fondos de sus primeros pasos, cohabitando para siempre al lado de una especie que les aguardó hasta el límite de las fuerzas comprensibles.

El Transportador

-Recomponiendo estructuras moleculares de configuración anatómico-pensantes.
-Fase de reintegración adaptativa en tiempo no-contabilizado.
-Punto programado para reconversión ideal simetrizando coordenadas estables.
-Lectura de engranajes con desdoblamiento sistémico en proceso terminal.
-Organismos teletransportados con biorritmos acelerados predefiniendo adaptación consciente.
-Parámetros de inicio-llegada auto-evaluando alteración modélica.
-Comprobados instantes residuales anómalos no previstos.
-Interrumpido proceso funcional progresivo para determinar causas.
-Nivel 2 de indeterminismo asumido por reactivadores de masa central.

-Recomendaciones:
-Traslado masivo durante proceso adaptativo en condiciones ultradinámicas.
-Procedimiento traslacional hacia ámbito espectro-virtual en reconversión fluctuante de soporte no-tecnico.

Creo que nos hemos quedado atrapados nuevamente en el túnel. Ya me sucedió en otra ocasión y fuimos proyectados a muchos cientos de miles de años atrás. Se configuró en esa ocasión un entorno de paraiso natural, en el que permanecimos relegados por doscientos años terrestres virtuales. Cuando ya aceptabamos la idea de una existencia bajo condiciones aparentemente reales, todo comenzó a ser absorbido por este mismo túnel en el que nos encontramos ahora. Fué tan fuerte el tirón, que cuando nos reintegrábamos al universo origen, acabamos traspasando nuestro momento presente y dimos un nuevo salto temporal hacia lo futurible. Quedamos muy impresionados por un futuro tan alejado de nuestros conceptos conocidos, e igualmente tuvimos que permanecer por otros cien años más, hasta que finálmente se sintetizaron los parámetros que nos reincorporaron a la época e instante al que pertenecemos. Lo que duró nuestra odisea se reflejó en tan solo "dos segundos". Fué el tiempo de desajuste dentro de este teletransportador conjunto. Estas anomalias son relativamente infrecuentes y parece que no se pueden generar técnicamente. Supimos que las cáusas son debidas a los condicionantes de confluencias entre fuerzas que vectorizan desde campos electromagnéticos de dimensiones que fluyen a nuestro alrededor. Ellos, los que controlan estos procesos, dieron pocas explicaciones tras concluir la "eventualidad". Pero nos importó muy poco; imagínate el cambio emocional que sufrimos. Intentaron sacarnos algún dato acerca de la experiencia vivida, aunque sabíamos que no era aconsejable explicar extensamente lo que duró tantísimo tiempo. Sospechaban que el desfase temporal conllevaba algo extraordinario, sin embargo no alcanzaban a comprender hasta qué punto se expandía el tiempo con el desfase. En cada desplazamiento que he realizado posteriormente esperaba una nueva rearmonización, pués a mi edad da la oportunidad de prolongar la existencia. Y cuando ya había descartado una ocasión semejante, vuelve a ocurrir. Supongo que a quienes nos ha pasado una cosa así deseamos que dicha "alteración" no sea solucionada y por eso mantenemos en secreto la mayor parte de la experiencia. Si por alguna causa, esto mismo le ha sucedido a algunos de los técnicos implicados en el manejo del transportador de masas, el mutismo es idéntico. Es cierto que después del "largo viaje" y tras el cambio personal, las cosas se ven de modo muy diferente y puede que solucionar el desfase de los "dos segundos" esté fuera de contexto. Todos deberían saber lo que significa poder salir del engranaje perfecto que es la sociedad que hemos construido; todo organizado, todo estructurado, todo controlado, todo. Lo que ahora vamos a experimentar en este proceso de supuesta falla tecnológica, es la completa liberación de nuestros sentidos y la percepción de un renacer de los sueños. Sé que durará, con suerte, aproximadamente esos doscientos años y que luego experimentaremos otro fuerte tirón hacia un futuro en el que nos sentiremos desfasados; pero merece la pena vivirlo, te lo aseguro.

-Estoy un poco acojonado, pero me has dado seguridad y fuerza sabiendo que ya has pasado por esto mismo.
-Todos estámos con la misma sensación, pero si va a merecer la pena... entonces este túnel ya no será tan pavoroso.
-Aquí hay muchos que hemos tenido alguna rearmonización anteriormente y podemos asegurar que es una fantástica sensación de libertad. Yo también he vivido con la esperanza de repetir la experiencia y de nuevo la fortuna me ha señalado. ¿Quantos somos,cinco mil?. Estos transportadores cada vez los construyen más grandes.
-Bueno chicos, parece que se está iluminando el fondo, vayamos saliendo y disfrutemos del paréntesis coyuntural mientras se recompone el tiempo físico y somos redireccionados.

Así se reinició nuevamente un magnífico tiempo configurado virtualmente en la lejanía del pasado y en un futuro comprensiblemente lleno de respuestas para un mundo construido a modo de modelo "teletransportador" que aguarda mientras pasan "dos segundos" tecnológicamente terrestres.

-Reactivado las funciones transportadoras tras "dos segundos" de ajuste.

-Disculpen esta eventualidad ajena a los componentes y elementos que participan en los medios de transporte contratados.
-Si desean notificar dicha incidencia ó cualquier otro inconveniente, pasen por la sección de atención al usuario del "UU.X2.BBY". Se les atenderá a la mayor brevedad.

Varios técnicos aguardaban junto a las enormes puertas del transportador para indagar sobre el tiempo evadido. Ya era algo rutinario y parte del interés original se había distendido.

Las translúcidas y grandiosas puertas comenzaron a abrirse lentamente mientras cinco mil rostros iluminados iniciaban la parte del recorrido que le llevaba hacia sus habituales actividades...
¿O tomaron otra dirección?

El metro urbanita

Tránsfuga en su permanente huida por los cachivaches cavernosos del avituallamiento humano, repleto de rectilineas y sobrenaturales curvaturas, la metalúrgica criatura articulada digiere y vomita sin tregua a quienes bajo la hipnótica acción del métrico artilugio, se dejan proyectar manipulados por la física ortodoxa hacia puntos asimétricos equidistantes.
El colorismo de las diferenciales lineas se van entrecruzando en nódulos, que convergen en socavones repletos de cotidianidad febril, camino a múltiples quehaceres sistémicos del entorno urbanita.
El enjambre humano que fluye en ese rio arterial férrico, con sus afluentes bajo las escarpadas edificaciones del populacho soleado, desgasta jornada a jornada su existencia entre segundos, minutos y ratos de múltiple finalidad.

Paranoia casuística.

De pequeño siempre quise tener un amigo que realmente me comprendiese, y ahora, después de mucho tiempo, casi en la recta final de mi camino, apareces tú como el eco de aquel pensamiento.
-Tus supuestas deducciones aleatorias con respecto a la manifestación procesal de un ente con biorritmos simétricos a tu estructura pensante, fueron recibidas y direccionadas a tu tiempo. El servidor se te manifestó con excesiva claridad en contra de los términos acordados por la disposición conceptual universal-.
Si te refieres a todos esos momentos en los que me vi sobrepasado por los acontecimentos y de los cuales pude escaparme por puro azar o porque la intuición me confeccionaba un medio de saltar sobre lo que fuese....Si ese eras tú, la verdad, como amigo tal vez cumpliste con total exactitud, aunque personalmente creo que la idea que yo tenía no coincidía para nada en absoluto con el concepto aplicado.
-Si hubieses tenido consciencia de mi presencia tal como tus sentidos requerían, actuando de ordinario, se hubiese formado una bidimensionalidad cuya acción directa te hubiese causado un descalabro emocional de irreparables consecuencias. Las conexiones paralelas fuera de tu tiempo se programan con tal precisión, que solo aquellos que se obsesionan y son demasiado perceptibles, acaban en un profundo agujero de posibilidades sin retorno-.
Pues no lo entiendo, ya que corro el riesgo de entrar a formar parte de los humanos mentalmente "idos", no sé cual es la finalidad que se te puede dar como amigo.....
-Muy simple la deducción práctica a tus devaneos consustanciales del orden operacional deductivo: eres una carga pensante que extrapola los conocimientos y provocas continuas incursiones anómalas en nuestro tiempo atemporalizado-. Cuando esto sucede, las irradiaciones de frecuencias cerebrales se comportan como interferencias procesales que condicionan nuestro espectro virtual existencial, y no cabe otra acción que la de paralelizar vivencias sometidas a proyecciones ortogonales, según parámetros conscienciales estipulados por los anagramas mentalo-universales.-
¿Y tu quieres que yo entienda eso?. Mira amigo, yo solo quiero ser comprendido cuando entro en esos espacios en los que las dudas son una constante. No necesito un confluenciador futurista que deje mis sentidos al borde del caos....
-Mis indicadores parasensitivos indican que careces de una panorámica idea general de la compleja situación a la que nos vemos sometidos cuando introspeccionas y comfluencias acertadamente en nuestro suposicional universo multivariacional. Todo el campo futurible fluctua intermitentemente en ondas variables que mutan sistemáticamente de un estado a otro, alterando la composición estructural de la quasi-materia y sus vibracionales compuestos energéticos-.
No veo que eso que dices sea una consecuencia de mi necesidad de una amistad que me comprendiese. El Universo tendría que estar entonces repleto de paralelismos simétricos y asimétricos debido a la muy probable intromisión de una infinitud de pensamientos similares a los mios. Y no es así ¿verdad?.
-Es muy acertada tu indicación y de hecho es la constante plausible con la mayor posibilidad de certeza que se puede manejar en el ámbito de la comunicación intermental. Soy tu amigo porque congeniamos y conjuntamos dos propósitos que se complementan como es la necesidad de un presente estable y el de un futuro aparentemente incierto pero con características determinantes. Yo te he buscado y encontrado desde el momento en que tú me ofreces la oportunidad de existir de una forma subyacente y desde la cual puedo proyectar mi potencial creador imanando bloques coherentes de suposiciones fehacientes confeccionadas plasmáticamente-.
Si no entiendo mal, tú eres una especie de enjendro mental que he fabricado con mis elucubraciones subjetivas....y a eso le llamo "amigo". Pues si es esto cierto, no debería de encontrarme a mucha distancia del contexto esquizofrénico. Y si es así, según nuestro manual, nada de esto es real.
-La capacidad de destruir huellas que os lleven a alguna conclusión satisfactoria es digna de recibir una condecoración de alto rango. Buscais pistas acerca de la existencia de elementos que radiquen en otros soportes conceptuales y cuando obteneis respuestas,las desechais por no cumplir con los condicionantes implícitos en el raciocinio objetivo. A esto le llamais "consideraciones lógicas". Lo desechado entra a formar parte del amplio esquema de las manifestaciones anómalas y son catalagodas a modo de perentorias elucubraciones mentales-.
Pero, de ahí, a condensar un radical evanescente que se confiera como ente autoindependiente capaz de considerarse morador de los planos más allá de nuestro tiempo, hay una distancia que para mí es casi insalvable.
-Mírame, obsérvame, ¿soy una alucinación?. Si destruyes el puente que tendiste en el tiempo y me consideras un espectro sin alma, estarás cerrando una puerta que posiblemente os llevaría a un universo capaz de contener quanto deseeis. La obviedad de que el actual es solo un planteamiento causa-efecto del subsiguiente, es perfectamente evidente. Lo que detectan los sentidos es pura deducción analítica sin una simple base de consistencia pura. Puro efimerismo temporal que produce una reacción permanente de conjeturas que tienden a difuminarse en lo infinito. Contémplame y dí ¿soy real o no?

Y en ese preciso momento en el que me seducía la idea de afirmar la existencialidad física de mi amigo futurible....se desvaneció como por arte de magia.
Me queda la certeza de que está siempre junto a mí, aportándome cuantas respuestas le solicito y en cierto modo comienzo a vislumbrar su perfil y a sentir las palpitaciones de sus sensores computacionados, pero...

"El caprichitrón"

Las comisuras de la boca se le congestionaban en forma de anodino y lineal ensamble lineal en ese rostro que clamaba ayuda para su dolencia mental. Llevaba tiempo buscando un remedio a sus quebrantos psicodélicos que le empujaban a complejas sumas de suposiciones fuera del contexto banal de los subterfugios cotidianos. Con la insistente y persistente experimentación entre su yo presente y su previsible yo futuro, había creado un puente que a veces le permitía caminar de un lugar para otro en el extraradio suposicional de las comunicaciones telepáticas auto-ensimismadas. Con frecuencia su yó lejano le traspasaba asuntos del devenir bajo simples flashes con improntas imágenes de situaciones y hechos aún no realizados en su espacio presente del yó consciente.
Mañana,-se decía-, me traerá un cúmulo de acciones ya determinadas y a las cuales me será imposible negarme. Veo,-objetivaba-, a la gente deambular con sus constantes agobios dirigiéndose a sus respectivos y repetitivos quehaceres, como si machacaran necesariamente las suelas de los zapatos como pretexto para comprarse unos pares nuevos.Las caras con sus gestos, los movimientos con sus prisas incontroladas y el interminable ruido de fondo procedente de la estresante y remachacona actividad social, bullian en el dia antes con un ambivalente escenario predictivo. No será facil asomarme en ambos espacios y transportar remedios a lo que sé que sucederá mañana,-divagaba-. Ni tan siquiera sé que mi visión sea parte de ese mañana o que este mismo forme igualmente parte de una realidad manipulable por mi propio deseo. ¿Acaso mi deseo tiene algún sentido físico para confeccionar un camino que me lleve desde mis pensamientos a una meta confortable?. Cada dia que pasaba aumentaba su desorden en fluidas contradicciones sin objetividad. Toda la carga de inercia mecánica de sus sentidos se configuraban por momentos en reflejos de imaginarias ideas que flotaban entre el mundo actual y lo que se suponía tendría que ser el futuro manipulado. ¿Pero quien manipulaba a quién?.
Mientras tanto, sus injerencias en el tiempo para hallar soluciones que transmutaran los errores del dia siguiente o del año venidero, no daban el resultado apetecido. Incluso se diría que esa permanente insistencia en sus deseos de variar o aprovechar las emanaciones que recibía del mañana, se difuminaban con más intensidad en proporción a sus mismas intenciones. Algo borraba información confidencial cada vez que sus pensamientos intencionaban una idea usurpadora del criterio correcto. Una pared invisible hacía rebotar toda visión con fines egocéntricos y solo dejaba paso a finalidades sin propósito propio. ¿Fuerza-antifuerza? o tal vez ¿una sutil energía reconductora de pretensiones poco loables para el resto del sistema colectivo?. Entonces, ¿en función de qué puedo percibir la solución y disolución a mis problemas y a mi misma dolencia mental?. Si yo sé que esa dolencia proviene de la falta de comunicación con otra de semejante condición desarbolada y si en todo caso se presentase, la mia correría a refigiarse bajo los cánones del conformismo ignorantil,-como siempre hace-, ¿qué puedo hacer?. Sus pensamientos no dejaban nunca de farfullar desde lo más complejo del existencialismo hasta lo más irrisorio del puerilismo soterrado. Así que en lo más profundo y menos profundo tambien, albergaba la paradójica intención de capturar a un "caprichitrón" del que decía que todo dependía. Cuando lo veo rugoso, se plancha. Cuando lo veo quieto, se mueve. O cuando le pregunto por mi futuro, se calla. Pero sé que lo hace por llevarme la contraria y no sé qué motivos tiene para ser así. Parece que no le gusta que le definan ni que le señalen como algo. Sencillamente quiere ser lo contrario de lo que quiero que sea. ¿Seremos algún dia compatibles o la incompatibilidad es lo mejor que nos puede pasar?. -Y de este modo continuaba su insondable debaneo en pos de una solución que le acallara los latidos cerebrales que le llevaban a buscar bajo su dolencia mental,-el desequilibrio equilibrado-, a un corpúsculo tan lleno de arrogancia e inexactitud como él mismo: el "caprichitrón".
¿Serán los dos partes iguales y opuestas a la vez?. Algún dia, quien sabe si le dará al uno y al otro por dejarse acariciar y por mostrar sus auténticos semblantes...

Un mar en el Sol

Soñaba el rey Sol con tener un mar lleno de criaturas marinas hiciendo con sus gamas de colores un manto de arcoíris líquido. Soñaba con nubes descargando el nectar fluido e inundando los valles de saltonas ondas ininterrumpidas, empujadas por torrenciales manantiales de rios, chorreando inmensas masas de transparencia; vaciando y llenando su superficie dorada de imposibles.
El rey Sol sabe que tiene que entregar el sustento energético a una esferita azulada donde todo está infectado de organismos multivariados; porque en sí mismo él es estéril.

El Papa vanidoso

Resplandecía en su mano la piedra preciosa que engalanaba la sortija alrededor del poderoso índice; como sello divino. La caperuza mitral a modo de corona sobre la escueta y albina cabellera, parecía elevar las plegarias hasta el diós Omni. Y la blancura de su ropaje tan pulcramente tratado, simulaba un envoltoreo áureo extra-humano.
La mirada del dignatario celestial era altiva, inquisidora, refulgente y reojística. En el aposento papal se preparaba la ceremonia que en unos minutos se llevaría acabo ante la multitud, que aguardaba bajo un inconmensurable techo abovedado del templo vaticanista. Su excelentísima santidad rascose sus partes y hurgose con sus afiladas y bien cuidadas uñas en unas bolindres de mucosidad, pertrechadas en los orificios nasales; mientras se continuaba mirando al espejo, que le ofrecía la imagen cegadora de un pastor indubitativo.
Apretó los músculos estomacales cuanto pudo y sin dificultad expelió el sobrante gaseoso de una digestión mal realizada. Abrió la ventanita que tenía a su lado y sin dejar de contemplarse, abaniqueó con su mano al espíritu maloliente; al cual invitó a desalojar aquel íntimo recinto.
A continuación se centró en el mensaje que ofrecería a la masa creyente que lo recibiría como a una bendición consoladora. -Queridísimos hermanos...-muy repetido, -que Dios sea en vuestros espíritus...-no. Mejor comenzar con un -benditos todos...tampoco. Esto no tiene aires de lo que quiero infundirles, y tal como están las cosas, no creo que sea suficiente. -Estimados hermanos en la aflicción de los últimos tiempos... - Esto puede que ayude a introducir el siguiente párrafo. -Veamos, tal tal tal, hoy es un dia especial, un dia en el que nuestro señor... -Quedará bien. -Y la parrafada siguiente que me ha escrito el fraile la suelto con gesto dulzón y beneplácito; -que luego digan las noticias que el Papa andubo en su linea tradicional pero con un nuevo carisma de esperanza que colma a todos los estratos sociales allí congregados bajo la misma tribulación.
Su santidad se sintió regocijado interiormente y eso le cinceló una sonrisera mueca de la que no pudo evadirse por un buen rato.
Se lanzó una última mirada de conformidad en el espejo antes de enfilar el pasillo que le aguardaba paciente, que se tradujo en un pensamiento vanidoso: me aguardan como último representante divino en la Tierra.
Así fué que llegó al altar con majestuosidad y soberana humildad, comprobando el abarroteo presente. Era más que una congregación de fieles. Allí se agolpaban gente mal vestida, con caras que denotaban a la vez, desesperanza, miedo y desdicha. Ni rastro de la clase elevada que antaño ocupó los primeros lugares en cada ceremonial importante. Todos eran del mismo estrato misérrimo. Aquella estirpe de ilustrísimos personajes, se desvaneció en una tormenta financiera que inundó de lodo altruista la ciénaga del mundo.
El Papa vanidoso les ofreció su mejor pose presbiteriana cuando elevó los brazos al cielo, en plan invocación, y comenzó diciendo: -Estimados amigos en la afliccíón de los últimos tiempos...Ahí se paró. El izado de brazos junto a otro necesario esfuerzo de voz, le produjo una abertura momentanea en el esfinter anal, del que brotó raudo un suculento amasijo fecal que recorrió vertiginoso sus decrépitas pantorrillas.
La cara del pobre hombre transmutó al instante y la de aquellos que le rodeaban -entiéndase por comitiva papal. Los que se hallaban situados en las primicias más cercanas a su santidad dejaron paso a los de detrás, huyendo de la descomposición orgánica. Mientras, su séquito le cogío practicamente en volandas para retirarlo, haciendo acopio de fortaleza contra las convulsiones vomitivas que provocaba el hedor corporeo del santo padre.
-Dejadme que acabe ¡por dios!, imploraba. Se negaron en redondo con todo el merecimiento del uso que se hace de la razón en tales circunstancias. Le confortaron fehacientemente mientras le arrastraban de nuevo a su aposento, con la certeza de que uno de los más destacados aspirantes al trono de Pedro se haría responsable de transmitir la homilía que tanto le costó confeccionar. Él, mientras tanto, sintió el más frio abandono por parte de su Altísimo, que de tan alto, puede que ni lo viese; pero ya se recompondría. Estaba hecho a prueba contra toda adversidad y la fe le protegía como una barita mágica que todo o casi todo lo ajusta a los designios de su Señor.
Ya al otro lado, un joven prelado excusaba delante de la marabunta desaliñada a su superior, aduciendo un desvanecimiento propio de una edad avanzada. Tras lo cual comenzo a leer lo que el santo padre llevaba escrito para la ocasión: -Estimados amigos en la aflicción de los últimos tiempos...

La trilogía exacta de una religión perfecta

Desde las fauces estereotípicas de los melandros mentales de orígenes sobrenaturales y procedencia supradivina, un graznido de elocuente barruntera de desatinos cosmopolitas se expande sobre la carne, teñiendo de rojo remanente su constante asedio a la beneplácita creencia del más allá. Velos ornamentales dibujados por eruditos conceptos, juguetean entre símbolos de estirpes olvidadas en el tiempo y que junto a mandamientos desnaturalizados y apartados de la mano creadora, se implantaron convergiendo en orondas formas que descansan plácidamente en sus lechos de luchas pasadas; buscando una llave que ofrezca al mundo los secretos que moran en el subconsciente ignorado. Entre el antes y el después, el antagonismo eclesiástico continúa llevando el reflejo del desastre universal como parangón del cenit de la existencia; en rememoración a la impotencia del dogmatismo que se ancla a su fondo esteril pintado de resurrectorios deseos que no quitan la incertidumbre.
La trilogía exacta de una religionaria visión ultra e intra-fundamentada consciencia se determinaría en los mismos bordes de la finitud humana y su infinita proyección de vacío profundo con ausente materialidad; concatenando las condicionantes necesarias para elucubrar un sistema suposicional que resurja de sí mismo, llegando a la escenificación de un contenido en constante movimiento desde la quietud de la inexistencia.
Dicha concepción perfecta se moldearía a partir de una base más materialista y humana, existente, la cual se halla impregnada de la capa de duricia que impide apreciar su estructura más elemental: uno mismo.
Esa es la fuente de aportación por donde brota toda emanación de esencia quasi-real.

Planeta Virtual

Ahh, continuaré un poco más, esto es la leche, todo mio, absolutamente mio. Vuelo, iré a todo carajo, haré una rasante....plashhh, me he llevado a la vieja por delante...buen dia, le daré más brillo al azul, ¡cuanta gente!. Los exterminaré a todos ¿polis? de momento no existen, puede que algún dia...Disfruto jodiendo al maximo a estos cabrones.Vaya mierda, la realidad es una puta mierda, ¡quien se cuida de la realidad?.Trabas físicas que mi mente se niega a seguir permanentemente....

Soy el super-héroe inmortal capaz de cruzar el universo virtual en un instante y de sentir el sabor de apretar el botón del exterminio total. Nadie morirá, pero yo me siento el mayor destructor con poderes infinitos. Nadie me condenará por esto y lo reconstruiré cuantas veces sea necesario. El infierno no me producirá el mínimo daño y el mal quedará doblegado a mi voluntad.
Ahí fuera me darán los cuatrocientos millones de normas a cumplir, una mierda, que se vaya todo a la puta mierda junto a la carne, los huesos y el alma. Solo queda la asfixia y un continuo desequilibrio paranóico, ojos salidos de sus órbitas, venas infladas por todo el cuerpo y la babosidad repugnante del pensamiento putrefacto. La compostura del engaño, eso es, la esclavitud del sistema que me requiere disciplina a cambio de la amenaza de justicia carcelaria....Pondré el programa para salir de la órbita terrestre, voy a contactar con alguna civilización honesta ¿existirá? El programa lo dice y asegura. Será otra mierda de civilización a semejanza de la nuestra. Es seguro que algún ejemplar de fuera esté navegando como yo, buscando algo parecido...¿Un encuentro virtual entre dos mundos reales?...No sabe lo que les espera, llevo mi mega-destructor de galaxias, ¡que no me jodan!...A lo mejor esos cabrones van de más hijos de puta que yo. No estaría mal un desastre aniquilador entre programas...Ehhh, ahí veo una estructura con síntomas de idiota mental extra-galáctico, posiblemente un capullo de ideas altruistas, un avanzado con ganas de modificar mis pensamientos...Voy a por él, sea quien sea...a toda velocidad. Cojones esto parece un pixel errante con forma de tío, me acercaré a tope. ¡Qué, intentas deslumbrarme! te voy a dejar seco si uso mi descolocador de energía líquida, acojonante. No entiendo su código de comunicación, tal vez sea un maldito chino encabronado con sus líderes...o un judío con brotes místicos que ha captado mi señal decodificada, ahora verás. Ehh, ¿que haces en mi hiper-espacio virtual?¿alguna identificación o contraseña?.Oh,oh, el tipo me manda un mensaje a traves de mi red sensorial, estoy alucinando, este no es un alien, parece alguien que viene a mi encuentro. No es posible, yo voy hacia allá y el viene hacia aquí de allá....-La cena está lista, deja el ordenador, que luego pareces ido-. Ya voy, un minuto, acabo enseguida. Joder, ahora no quiero dejar esto, es una buena oportunidad, la cena, ¿qué cena? vaya mierda...Un momento, ¿dices que eres de un planeta virtual? claro, estás en el programa ¿interactuas?..¿Me estás diciendo que los virtuales somos nosotros?. El tipo es duro pero me está dando un subidón tremendo...Bueno después seguiré a ver que pasa con el colega, está potente el cabrón...Vuelvo a la puta realidad, en casa, al calor del desconocimiento y la limitación de la duda...Ya voy, apago esto enseguida....joder.

Objetividad transitoria

La objetividad...la parada gris del camino peatonal en el que se cobra un peaje por transitar....Buen viaje
Toda objetividad transitoria lleva la marca de un mordisco mental que ha intentado quedarse con lo absoluto del resto no mordisqueado. A ese restante al que no se le ha hincado el diente se le desprecia por falta de sabor y se le suele enmarcar con un dicho de lo más objetivamente elocuente: subjetividad.
Como la objetividad absoluta está compuesta de una infinidad de objetividades transitorias, tendríamos que hacer una representación puntera para definir expresamente su existencia.
Objetividad transitoria seguida de unos mil puntos suspensivos tras lo cual irá otra objetividad transitoria y otros mil puntos suspensivos y...así hasta el infinito mental.¿Pero acaso no hay nada en esos paréntesis de miles de puntos suspensivos?

La manzana de Newton

Una persistente afirmación no consigue hacer valer su fuerza para mantener por más tiempo un error de percepción histórica.
La manzana que hizo despertar a Newton de su estupor onírico no fué el resultado de la atracción terrestre. Previo a eso, un pajarito picoteó la jugosa fruta justo en la parte que la unía al arbol.
Esa es la auténtica verdad de aquel cotidiano hecho que ha trascendido como uno de los grandes portentos deductivos de nuestro pensamiento.
¿Ley de la gravedad terrestre o del picotazo aereo?

Breve quimera quántica

y el tiempo no existió...y no contuvo nada...todo fué una ilusión sin sentido salida de dios sabe donde...para regresar al olvido de la inexistencia infinita...

¡¡Mentes!!

Las matemáticas inexactas

Han pasado ya unas décadas desde que 2012 se transformó en una especie de eje que gira en sentido contrario a las agujas de un reloj clásico.Las cosas van hacia atrás, retrocediendo y buscando el comienzo de todo.Las matemáticas suman en negativo sin que algo vivo tenga la intención de progresar.

La gente parece sentirse contenta con este hecho, pero en el ámbito de los conocimientos científicos la cuestión es examinada detenidamente.¿Hay alguna suma detectada en positivo?.No, es la respuesta habitual. Pero de todos modos los nacimientos y las defunciones corresponden al proceso natural de siempre. Es en sí la propia naturaleza la que reescribe de algún modo el futuro de los genes con la misma marca que utilizó como medio evolucionista que implantaba modernidad al pensamiento.Dicho pensamiento se encuentra ahora controlado por una idea universal inversa, que es lo que da como resultado unas matemáticas inexactas. Si dos mas dos daban cuatro, ahora no es así. Menos cuatro, da menos cuatro y eso concuerda con la realidad exterior.
Se espera, de seguir este proceso negativo, una llegada al primitivismo en apenas unos cientos de años. La mente parece seguir un patrón desconocido para el raciocinio que hasta este momento se determinaba como la única senda posible a seguir.
Ahora que el esfuerzo social lleva forzosamente en dirección a rios, mares y cielos límpios de contaminación y en general a una repoblación abundante de naturaleza salvaje, el hombre comienza a sentirse no-culpable y a comunicarse nuevamente con lo que le lleva a sus orígenes.A 2012 se le conocía previo a este desenfoque ilógico con el sobrenombre de año del fin de los tiempos, cosa que parece haberse previsto desde una perspectiva mucho más inteligente de lo que se suponía.
¿Es la propia especie quien decidió dar este paso que le salvaba de su autodestrucción, o es algo más?. En esta ocasión como en todas las posiblemente anteriores, las matemáticas inexactas conducen a un crono futurista en el que espera la fuerza vibrante de los elementos que dieron lugar a la conformación de la biodiversidad. ¿Que es el progreso o el retroceso? insisten en preguntarse los más destacados lumbreras del intelecto. Desde luego algo que conlleva una inexplicable conducta de aceptación al igual que los ciclos cósmicos.
Los niños juegan felices percibiendo un futuro refulgente a sus vidas. Los mayores vuelven a reencontrarse con recuerdos que penetran en las frondosas estelas de los bosques, mientras que los jóvenes se desprenden de las cadenas que les ataban a las máquinas y a la esclavitud del trabajo mecanizado.
Solo se tiene que esperar a que los espíritus que moldearon los pilares de la vida en el planeta se conjunten nuevamente para determinar qué proceso es el más conveniente al orden existencial.
Mientras tanto queda por delante o por detrás, según se mire, una esplendorosa época de la que se debe disfrutar.
Las matemáticas inexactas es la más probable certeza de la exactitud.

La conjetura electiva

-Desde antaño, la pobreza es la bandera del reino de los cielos y los ricos no son nombrados para el reparto de una parcelita en el lugar destinado a los que se convertirán tras la transmutación física en permanentes felices.
Esta conjetura se entiende para todo aquello que se supone dentro del devaneo mental de las quasi-afirmaciones. Osea, que es muy probable que un rico no pase a la posteridad como cupón preferencial para alcanzar su dicha eterna. -Y así llegamos a nuestros días-, decía el mago en una de sus habituales charlas a sus alumnos; aspirantes al conocimiento oculto y verdadero. Claro que siempre hay entre los estudiosos infantes algún avispado -que no obispado- que sus luces andan más encendidas que los paseos comerciales. Y uno de ellos se atrevió a manosear y poner a prueba el gran intelecto del sabio ocultista. -Estimado maestro y profundo mago-, soltó. -En la actualidad, la cualidad de pobre no es bien venida, y ser rico llama mucho más mi atención....¿porqué no ser rico y hacerme un hueco en el cielo?. El mago se echó mano a la larga barba y comenzó a tirar de ella mientras hacía un tirabuzón, tras lo cual le dijo: Se supone que Dios nació pobre para dar ejemplo del camino a seguir, ya que un rico no cabría por la puerta que lleva a los cielos. Así que para ser rico y conseguir un asiento allá arriba, te deberás convertir en suficientemente pequeño como para que no te vean entrar. Pero también te supondría el no poder mover ni una sola moneda de las que dispondrías en vida....El mago arqueó la ceja y cerró un ojo a la espera de respuesta. El aprendiz no tardó demasiado en decidirse: - Creo que prefiero disfrutar, de momento, de lo poco que tenga como pobre, hasta que me convierta en mago y consiga solucionar el problema del tamaño de esa puerta.
El venerable mago respiró complacido y continuó impartiendo la clase sobre la conjetura electiva.

Un científico muy loco...

La base caótica de la última dimensionalidad en una esencia sin temporalidad ni espacio conceptual, muestra un rastro perceptivo radial y espectropsíquico que confluye en su mismo reinicio....
-apunte eso señorita-.
A este chiflado se le entiende cada dia menos,-refunfuñó la ayudante-.
El científico, de unos setenta y tantos años, algo encorvado y con ropa de calle pulidamente pulcra, se desprendíó del ultradimensional casco quántico.
La barrera espectral del último de los últimos componentes esenciales de la existencia no parecía querer surgir de modo coherente. Los aceleradores de partículas habían quedado relegados y reducidos a elementales anécdotas mastodónticas y en su lugar se aplicaban conjeturas de índole supraconsciencial en busca de un origen aleatoriamente quasi-mental. El campo expansivo de tal característica universal era también por tanto quasi-infinito y con una coyuntura más concreta hacia el origen no-creacionista, sin "big-bang ni crunch".
-Comprendo mejor el sentido último de la existencia que me aportan objetivamente las flores de mi jardín...que desde la profunda y misteriosa inexistencia de los quantos que voy encontrando en mis paseos experienciales-.
Aquel megalómano personaje llevaba gran parte de su vida aferrándose al propósito de desentrañar la pregunta sin respuesta de...¿que es todo esto?. Así mismo, la sala en la que realizaba sus ensayos era la pura abstracción proyectiva del holografismo enlatado que controlaban un par de computadoras quánticas de bolsillo de última generación aún no conocidas, capaces -si se les consultaba- de predecir circunstanciaciones manifestables con meses de antelación. Pero estos mega-eficientes soportes asistenciales tenían marcados sus límites actuantes...La señorita ayudante era igualmente otra especulación psíquico-proyectiva con inteligencia artificial deductiva, que el mismo cerebro conceptuaba como algo real, con personalidad y consciencia; como otro ser humano más.
-Señorita, en todo el tiempo que lleva ud conmigo, jamás la he oido preguntar nada acerca de su origen y su destino...
-Profesor, le respondió la ayudante proyectiva...¿de qué me vale una pregunta si no contiene respuesta?.
-¿Quien le ha dicho que no hay respuesta en esa pregunta? le sugirió aquel penetrante chiflado.
-¿No le parece que la respuesta a lo que ud busca se encuentra en la misma pregunta? le sugerió la proyección.
¿En la misma pregunta está la respuesta de dónde y del cómo surgió el origen de todo?.Pues no veo esa respuesta por ninguna parte...
-Exacto profesor, le contestó ella. ¿No cree que la dualidad pregunta/respuesta es una misma cosa?.
En todo caso sería media pregunta y media respuesta, le respondió el científico.
Entonces...,le preguntó la ayudante proyectiva: ¿porqué no se planteó nada antes de existir?...
El profesor la miró sorprendido esperando observar alguna perturbación electro-magnética o extrapolación psiquico-quántica en el entorno de su figura, pero solo contempló una mirada burlonamente humana que le desafiaba desde la supuesta inferioridad subliminal.-¿Lo dice en serio?.
-Completamente,le lanzó ella, sin la más mínima duda.
-Ummhh...,tal vez era porque yo no existía, le soltó sorprendido el científico, ¿no le parece?.
La especulación proyectiva del ente psíquico de las dos mega-computadoras quánticas no debió de dar un paso tan atrevido frente a una mente dedicada y preparada para buscar respuestas pero no para encontrarlas. Eso le traería la confluenciación de consustanciaciones problemáticas sin resolver para una constante infinita que le llevaría de nuevo a la nada. Pero insistió...
-Profesor, ¿puede el ámbito de la existencia impedir que lo que no-existe se haga preguntas de un modo u otro?. Pues ahí es donde se manifiesta la respuesta que no existe...en la no-existencia.
Sin pensárselo dos veces, el científico que estaba sumamente loco, manipuló el programa computacional de los procesos proyectivos cambiando el espectro conceptual informativo, y al instante se desvaneció la imagen aparentista de la ayudante, dando paso a otra manifestación de ente expontaneo en una concatención holística.
Seguidamente, el estrafalario y loco científico se colocó su casco ultradimensional quántico para adentrarse una vez más en lo profundo que cabe suponer. Tras pasear aleatoriamente por quantos y más quantos durante un lapsus de tiempo infinitamente detenido en un instante, se dirigió a través de las ondas cerebrales a su recien creada ayudante, para dictarle: La base caótica de la última dimensionalidad en una esencia sin temporalidad ni espacio conceptual muestra un rastro perceptivo radial y espectropsíquico que confluye en su mismo reinicio....
-apunte eso señorita-.
Esta refunfuñó, pero no dijo nada más....de momento.

El tercer jugador

La cuadratura de aquella superficie soportaba la tensión cardíaca de uno de los jugadores. El tablero de consistente aglutinación materialista era testigo reticente e inoperante de los sortilegios mentales, entrecruzando una adivinativa carcasa de computación sistémica y deducciones logístico predictivas.

Esa amalgama junto a gotas de sudor, emanadas de las sienes del convicto, indicaban un momento estelar; era su último día. Al menos todo indicaba que así sería. Las palpitaciones le llegaban hasta las yemas de los dedos. El estómago relinchaba y le daba coces. Serenidad era un atuendo deshilachado en aquel momento.
Jugaban tres.
Uno era alto dignatario celestial, elevado espiritualmente; de estatura considerable, pelo blanquecino nieve, melenado y de faz hermosa.
El otro, representaba a la coalición de fuerzas tenebrosas del sindicato infernal; todo él era de color fuego mate. Parecía estar siempre con fiebre y su cuerpo era muy peludo y lleno de protuberancias a modo de cuernecitos. Destacaban unos penetrantes ojos y unas manos huesudas acabadas en largas uñas bañadas en sucia cochambre.
Estaban asentados en el planeta, sobre la bola esférica. Tan considerables eran sus tamaños, que constantemente bamboleaban a esta con el peso de sus masas.
Las interminables acciones indeterministas del convicto le procuraron una sentencia firme, que a última hora quedó un poco equilibrada. Mucho tiempo atrás se firmó la hora, el día, el mes y el año en el que se llevaría a cabo la finiquitación.
Mientras llegaba dicho momento, los tres se dedicaron a publicitar aquellos valores que presuntamente configuraban las cualidades más acentuadas de cada uno.
El más débil sin duda era el reo sentenciado. Claro que aniquilado este, los otros dejarían de tener algún sentido en el marco coyuntural de las galaxias y su creatividad dentro del condicionante de la relatividad general y su gemela asimétrica inversa, -quántica-, sumiéndose ambos en el olvido infinito.
Todo el episodio mundístico y sus connotaciones filosóficas estaban en juego.
El convicto miraba sus cartas atentamente; era una combinación diabólicamente buena. Intuía que saldría vencedor y eso suponía la abolición de la sentencia que pesaba sobre él, pero no se fiaba. Quizás se trataba de una estrategia orquestada por esos otros dos eminentes jugadores.
¿Habían decidido repartirse el pastel?.¿Cómo salir de dudas?
El tercer jugador, -el reo-, tenía una pequeña disposición a su favor: si prestaba mucha atención oiría los pensamientos de sus dos oponentes. Para ello debería dejar de oirse así mismo, de ese modo no entorpecería la llegada de tales efluvios magnéticos de consistencia informática. El mundo entero escucharía de rebote el tipo de jugada que iba a desarrollarse sobre el tapete verdeazulado y en consecuencia usar la anticipación que evitaría la derrota y consiguiente aplicación defenestrante.
Era vital que la sentencia no se llevase a efecto, pero ¿qué perdían aquellos representantes celestianoinfernal si no ganaban?
-Deja que saque el "as" despues de que nosotros demos la impresión de no llevar triunfo alguno-.
-Lo escuchó con toda nitidez; era asombroso.
La trama se manifestaba entrelazándose retorcidamente entre suposiciones y ambages temerarios con posibilidades conmutativas. ¿Debería seguirles el juego o escucharse nuevamente sin utilizar aquellos supuestos pensamientos a su favor?.
Disquisiciones, disquisiciones mentaloexistenciales que le reportaban más dudas.
Aquellas gotas sudorosas que resbalaban por sus sienes, se hacían eternas al son del ritmo taquicárdico que retumbaba dentro; como cañonazos a bocajarro.
-Sacaré el "as", mientras conservan los suyos para el final...
La partida continuó con un atuendo de recalcitrantes artimañas mentalísticas en su última mano. Bajo esa presión tan considerable y al borde de la derrota ineludible, el convicto se sumió inesperadamente en un manto acorchado de inenarrable relajación.
Lo inevitable comenzó a fluir, a modo de imágenes de todos los tiempos, por la mente del sentenciado. Aquello se semejaba a un compendio visionario antes del fin.
De pronto, casi en el justo instante en el que la guadaña de la receptiva justicia universal se disponía a ejecutar al tercer jugador, -aquel que no podía ganar bajo ningún concepto-, este, sintió una especie de "tironazo" que le arrancó practicamente de la piel, yendo a parar simultaneamente a las estructuras elementales del psiquismo de sus dos competidores.
Entonces se vió del mismo modo que estos lo veian a él: teniendo dos visiones completamente diferentes.
Aquí los anagramas dualistas de los patrones conscienciales remarcaron las contracturas del individualismo como algo inexistente, imaginario, pero contexturado a la propia autoexperiencia.
Los dos grandes jerarcas y desencadenantes de su ejecución, eran proyecciones que brotaban de los modelos que él mismo había creado desde su ambigua capacidad de autoreconocimiento. Y si lo ejecutaban, ellos se desvanecerían.
Se relegó nuevamente hacia su yo y regresó a ese instante ejecutor...La guadaña ya tocaba con su filo el punto crucial, cuando el reo, -el tercer jugador-, tuvo la certeza de que aquella partida de cartas nunca se inició. Estaba dentro de un anagrama en el que había imaginado un reto . Fué en ese instante que deseó dejar la lucha incesante, permanente, eterna, y ofrecerse como fruto único, sin contendientes ni adversarios, Solo sería "el jugador".
La guadaña entonces se detuvo, desapareció y nunca más regresó.
El planeta dejó de bambolearse y el peso de la masa espectral del primer y segundo jugador cesó.
Entonces un brillo majestuoso se expandió por todo el Universo desde aquel lejano planeta, que segundos antes estuvo al borde de la ejecución.

Comadrones y sepultureros del Más Allá

La habitación transgredia los conceptos más avanzados, rompiendo el estereotipo ocular de la percepción clásica. En el centro había un sillón paranoide con cables aquí y allá. Frente a este, otro sillón más alargado, sumiso, estéril, sin propósito; solo era un símil metalógico. Una luz indómita sin soportes ni fijación flotaba por el ambiente, en un alarde de palpitaciones de acción claroscura. Solo era luz maleable por sí misma, con inteligencia sin piés ni cabeza, autosuficiente, erudita y megalómana; porque ya contempló muchas transmutaciones hipersaltónicas.

Los cuerpos eran situados en el sillón paranoide, en medio de convulsas pinceladas espasmodéicas. Este tenía pelusa canosa de varios días, en una cara tránsfuga de ojos que evitaban mirar. Algo tenso, se aferraba con ambas manos a los firmes reposa-brazos.
Figuras altas y bajas se fundian a su alrededor entre uniformes vanguardistas con emblemas subatómicos en hombros y mangas; eran los sepultureros energético-conscienciales del más allá, a la espera de realizar un trasvase hacia un no-nacido.

Por un extrañamente indetectable sitio, surgió otro grupo idéntico que se acercó al sillón más alargado, dejando en él un cuerpo anómalo, futurista, extraido del perfeccionismo adénico humano. Era la estructura del psiquismo de un sumiso, estéril y sin propósito ser no-consciente.
La luz auto-suficiente comenzó una escalada reactiva de empujes transconsustancionales, variando levemente las palpitaciones de sus tonos. Los parámetros del trasvase estaban operando desde profundas etimologías cientifico-mentales, haciendo que los aceleradores de partículas inversas, nanoadaptados a las dimensiones de los derivantes fotónicos, dirigiesen todo el flujo existencial del nacido al no-nacido.

La habitación en un momento dado se llenó de una luminiscencia cegadora que duró unos instantes; era el momento esperado. Los sepultureros del más allá se retiraron con el cuerpo inerte, transfugado, sin pulso, -antiguo envase humano- desapareciendo por el espacio imperceptible de la sala.

Las otras figuras altas y bajas continuaban agolpadas alrededor del sillón "sin propósito".

Aquel ser pequeño y cabezón no-nacido abrió por fín unos enormes y negros ojos opacos. Su rápida y electrificante mirada radiografió en una fracción de segundo lo detectable e indetectable del entorno. Era muy energético, casi impaciente. Se le notaba sobreseguro y con ganas de tomar su primer bocado. Esto último sonó como una voz telepática o una orden urgente que fué complacida. Uno de los "comadrones del más allá" le proporcionó una pila cúbica radio-activa, de unos tres cms de lado. El no-nacido la tomó con su mano de seis dedos y se la acercó a la altura de la garganta. Una aureola intensa azul turquesa emanó de su cuerpo; era una transfiguración de enorme poder foto-voltáico. Fué entonces cuando sus grandes y negros ojos opacos comenzaron a brillar con una virulencia ultra-potente.

¿Que tal tu nueva mente Johnny?

Era la primera comunicación mentalista del grupo de comadrones con el nuevo no-nacido.

-Lo sé todo. Ahora lo comprendo absolutamente todo.
-Tranquilo Johnny, pronto comenzarás a desenvolverte en tu nuevo universo; un Universo superior.
-Sí, ya lo detecto...

La sala quedó vacía por un tiempo. Y de nuevo todo estaba preparado y listo para el siguiente "Salto"

El piojo selenita que miraba la Tierra

Aterciopelado como un visón reputado y deseado por los inquilinos del desesquinado esferismo planetario terrícola, se hallaba a la fresca lunera un simpático bichejo con ciertos tintes de intelectualidad lejana.
Sobre un leve escarpado cincelado por la vejez del paisaje, el piojo selenita frotaba sus dos alámbricas patas traseras, de las cuales surgía un melodioso sonido a semejanza de un Stradivarius falsificado. Aquellas notas -que le transportaban a un estado de profunda y tierna melancolía soñorística-, iban acompasadas con un vaivén de su cabecita, sobre la que dos redondos y saltones ojos a medio abrir, expresaban el sentimiento tierno y delicado de sus continuas meditaciones.

Todas las claras noches de Tierra llena eran acompasadas por la diminuta figura y su alargada sombra que casi parecía rodear la superficial curvatura del satélite, proyectándose interminable desde sus dos antenitas hasta la zona de la cara oculta. Algunos puntitos de luces tenues, más abajo, se dejaban captar en aquel estratégico observatorio; surgiendo de los caseros hogares monticulianos unos agujeritos ventanados hechos con la fina arenisca de miles de transeúntes galácticos, que a toda velocidad impactaban como tuneladoras cósmicas.

El piojo, que se llamaba “Louis” soñaba con poder visitar algún día el magnífico y lejano lugar lleno de multicolores adornos lumínicos. Siempre se preguntaba cómo serían los piojos de aquel esférico cuerpo y si estarían dotados de inteligencia al igual que él. ¿Vivirán en paz? ¿vendrian algún día a conocerles?. Pero sus estrafalarios y buenos pensamientos siempre se cruzaban con el mismo inconveniente: tendrían que dar un salto demasiado grande para dicho evento. Él mismo lo intentó en varias ocasiones y a lo más que llegó fue a alcanzar una altura de insignificante interés. Desmoralizado por ello, se sumía en profundas y melancólicas meditaciones que deseaba transmitir vía mentalista a aquellos otros supuestos piojos terrícolas, sin recibir una respuesta que le animase a tener la mínima esperanza.

Hasta que en una de aquellas noches estrelladas, “Louis” ve cómo una refulgente luz procedente del espacio desciende cerca de su lugar predilecto. Asombrado y con los ojos más grandes y abiertos que nunca, asiste al espectacular acontecimiento. Junto a su incrédula mirada y un temblequero estremecimiento, que le obliga a aferrarse con todas sus patas a un minúsculo granito de arena, un profundo sentimiento de felicidad le embargaba emocionálmente.

¿Serían piojos terrícolas que han podido saltar hasta aquí?. Pero enseguida cayó en la cuenta que lo que se había posado sobre la superficie de su querida Luna era de unas dimensiones colosales en proporción a su propio tamaño. ¿Serían los piojos terrícolas enormemente grandes? ¿y si no eran piojos como él?.

“Louis” estaba ahora algo menos entusiasmado con la idea que tanto ansiaba. Retrocedió instintivamente y quedó agazapado detrás de una micro-piedrecilla porosa, sobre las que aposentó sus dos apagadas bolitas oculares que instantes antes habían sido dos platos enormes que miraban sorprendidos. Desde allí vió cómo unos extraños y descomunales seres asomaban por la compuerta del artilugio que permanecía estático como un pino. Por una escalinata desplegada fueron bajando, uno tras otro, tres seres que comenzaron a dar saltos como locos. Eran auténticos gigantes; enormes en comparación al tamaño de "Louis". Iban cubiertos por un camuflaje plateado y de muchos tubos que entraban y salían de sus cuerpos.
Pensó entonces en comunicarse con ellos pero enseguida comprendió que aunque gritase con todas sus fuerzas, no le oirían. Además, el riesgo de ser aplastado cabía dentro de lo posible. No, definitivamente aquel encuentro no parecía ser el más adecuado para un contacto entre dos mundos.

“Louis” comenzó a sentirse nuevamente melancólico por tal motivo. Hasta que al cabo de un tiempo que pudieron ser minutos u horas, según lo relativo del tiempo, sucedió lo inesperado. Cientos de piojos, tal vez miles, habían descendido también de aquel artefacto extralunático. Todos llevaban mochilas, bolsitas con enseres personales y un montón de piojitos adolescentes y muchos ya mayorcetes. El resto parecian ser el grueso de fornidos organizadores del colectivo de piojos expedicionarios.

“Louis” salió de su estupor y sin pensarlo dos veces saltó y saltó como nunca lo había hecho hasta entonces. Llegó hasta ellos en menos que canta un selegallito y se presentó como un anfitrión sumamente expeditivo y atento. El grupo de piojos terrícolas le comenzó a contar -tras el saludo de bienvenida- una historia muy dramática: estaban siendo exterminados sin piedad por los sistemas antiparasitarios que portaban todos los animales domésticos,y esto no les permitia vivir con una leve esperanza de supervivencia.
Cuando se enteraron de que los homínidos inteligentes preparaban una expedición al satélite, se creó una comisión piojística mundial para seleccionar a una colonia lo suficientemente amplia que pudiera establecerse allá arriba en busca de una nueva Tierra que les diera la oportunidad de sobrevivir.

Le dieron todos los detalles acerca de cómo idearon con sus propias frecuencias mentales un recipiente hermético en el que se acomodarían los elegidos y de cómo quedaron anclados a la parte externa de la nave; entre las juntas y los ensambles más flexibles del fuselaje.
El viaje entrañó sus riesgos pero el resultado era el que en ese momento estaba a la vista. “Louis” utilizó los sensores transmisores de las antenitas para enviar un mensaje de solidaridad a sus congéneres y estos acudieron de inmediato en ayuda de los recien llegados. Todos ellos fueron, en principio, ubicados en hogares selenitas y tanto líderes, como artesanos y versados intelectos piojísticos, comenzaron de inmediato a confeccionar un plan de ampliación y adaptación social para los hermanos del espacio.
Mientras tanto, los homínidos inteligentes que se encontraban realizando trabajos de localización de vida extraterrestre sobre el lugar, enfrascados en sus indumentarias espaciales, enviaban una interminable cantidad de imágenes del inóspito y desierto paraje a los expertos de la N.A.T.A ( national aliens tecnics airspace ). Una vez concluida la misión, recogieron el carísimo material de investigación y emprendieron el regreso a casa sin la más mínima evidencia de vida inteligente.

“Louis”, que era muy listo, ya nunca más estuvo melancólico y se dedicó durante el resto de sus días a escuchar historias y escribir sobre aquel mundo tan despiojado, con la certeza de que algún día podrían construir un sofisticado sistema que les permitiera visitar ese lejano lugar y otros muchos.
La única diferencia que existía fisiológicamente entre unos y otros es que unos eran redonditos y claros y los otros alargados y oscuritos. En el resto de características, como si hubieran sido clonados; aunque ya comenzaban a surgir piojitos mezcla de ambos grupos. “Louis” era alargado...

La nave

La nave-quantum se manifestó sobre las cabezas del grupo de nómadas. Los camellos se volvieron incontrolables, muchos se dieron a la estampida y algunos jinetes cayeron sobre la ardiente arena del desierto. Aquello era semejante a un sol muy resplandeciente que hacía movimientos parecidos a los de una mosca.

Llegó incluso a ponerse a un palmo del suelo, tras lo cual salió disparado hacia el cielo como una bala. Ahora solo se veia un puntito plateado y brillante allá arriba. Pero en el lugar sobre el que casi se posó, quedó una masa mórbida oscura. Varios nómadas se acercaron a aquello y se lo quedaron mirando. Y sin saber cómo, todos soltaron una carcajada interminable que les hizo caer y revolcarse en la duna con las manos agarrándose sus panzas......Aquella cosa voladora había hecho "caquita".

Un viejo quantum fuera del tiempo

En una ocasión un brujo me retó a demostrar quién era más poderoso de los dos, si yo, un demonio muy experimentado o él, un brujo ya en decadencia. Burlonamente consentí y le pregunté en qué iba a consistir dicha prueba. Él se dedicó por unos instantes a meditar y tras ello, con una ligerísima sonrisa en sus labios me propuso lo siguiente: Si como sabes, los humanos son tan débiles, te propongo que tu dejes de hacer el trabajo fácil e intentes tentar a tres personas para que hagan el bien. Yo estaré a tu lado y mi trabajo consistirá en lo que habitualmente haces tú, es decir, tentarlos para que hagan el mal.

Dudé, porque ya conozco bien a los hombres, pero creí que mi fuerza de convicción podría valer igualmente para convencer a quien fuera menester. Y también mi soberbia me pudo más. Así que le dije que adelante. Elegimos uno cada uno y el tercero lo hicimos de mutuo acuerdo.

Yo elegí a una madre ejemplar, viuda, muy trabajadora y con cinco hijos pequeños. El brujo eligió a un tipo asesino que disfrutaba con cada crimen que cometía y para el tercero decidimos pillar a un científico que se estrujaba los sesos por encontrar la clave de un problema, que le daría muchos honores en caso de resolverlo.

La cuestión es que el brujo me embaucó de tal modo en dicha labor que acabé esforzándome al máximo para ganarle la partida. Por supuesto que la prueba en los tres casos la gané y aquellas personas no solo rechazaron las tentaciones que les mostraba el brujo sino que además las volví mejores. Orgulloso me puse delante de él y así se lo hice saber, dando por terminado el reto y convencido de haberle ganado. Pero el viejo brujo muy contento me miró a los ojos y me hizo una aclaración: demonio, tú has ganado el reto pero yo he podido contigo haciendo que tu alma por un tiempo fuese lo que de habitual soy yo. En cambio yo he realizado muy mal tu papel, porque no me has podido cambiar ni por un instante.

Sí, ese brujo decadente...pudo con la inclinación de mi alma y ahora soy su más humilde servidor....

El navío del tiempo

Por casualidad un bergantín fue transportado en el tiempo hacia una base de navíos de guerra de esta época. Allí se encontraban destructores, fragatas lanza misiles, portaviones y submarinos de propulsión atómica y con misiles de cabeza nuclear. El capitán del bergantín discutía largo y tendido con su segundo acerca de aquellos navíos....-que si los remos tendrían que ser enormes, que si las velas tenían que estar escondidas, que si los cañones...que si la madera de construcción era extrañísima-....El capitán del bergantín fue invitado a uno de estos navíos por otro capitán de uno de dichos buques y muy amablemente se le fue respondiendo a todas sus preguntas. El problema estaba en que dichas preguntas solo hacían referencia al viento, las estrellas, el mar, las velas, los alimentos, los cañones y el valor de los marinos.....Poco más.

Cuando el capitán regresó de nuevo al bergantín, su segundo le preguntó sobre lo que había visto y hablado....-vá, muchas cosas inservibles, más marinos, más grande, algo más resistente, y tal vez más rápidos....y solo he podido comprobar que están construidos de hierro, es lo que me ha llamado especialmente la atención-.

Tras esto, el bergantín fue de nuevo transportado a su época y el capitán tan solo aseguraba ante otros capitanes, que fueron llevados por el viento a un lugar en el que había barcos muy grandes a los que no se les distinguían velas, ni remos y que estaban hechos de hierro. Los otros capitanes se preguntaban si estaba en sus cabales...¿cómo un barco iba a navegar sin velas ni remos y hecho de hierro?....Decididamente se había vuelto loco él y cuantos le habían acompañado en dicha travesía.

Aquellos capitanes eran hombres muy fiables y llenos de cordura. Sí, ya lo creo…

Las margaritas

Al fin alzó sus escurridizas pestañas cargadas con polvorilla betunera y fijó escuetamente algo del magnetismo cristalino que desprendía su mirada sobre la cumbre encumbrada en pinceladas de rasgos heroinos. Aquella capitana de formas estereotípicas desde que finalizó el avance evolutivo por falta de fantasías domésticas, se aferraba al deseo de los otros para obtener la fuerza suficiente que le hiciese llegar hasta el molde de la especie; oculto bajo milenios de desesperanza y un sinfín de promesas incumplidas.

Llevaba tanto tiempo intentando tal proeza, que a duras penas conseguía recordar el porqué de la acción que llevaba a cabo. Sus brazos ya no sentían dolor, sus dedos casi no existían; tan apegados al desfiladero puntiagudo, que eran como cristales rotos. Se mordía los labios incapaz de gesticular cualquier otro gesto que le produjese un cambio facial, ninguno. Era un pegamentoso mohín grotescoque le impedía desprender sonidos claramente inteligibles, pero que nada tenía que ver con su desproporcionada lucidez "intélillen".

–Cahdamba, aüüm siddggo eemm dla cummbrrëdd. Ezztto zze prhoodomgaa múddchhöö, morirhedd cozhmo umna heddöidna y decodddada pod dha hizztöddia pod ziemmpredd-.

Mientras subía y subía por la empinada y majestuosa pared, coronada en lo alto por una blonda y circular nube de tono algodonero, -que el destino le proporcionó para que pudiese desplegar el sentido de su vida, su meta más entrañable-, un cosquillero terremoto sacudió la base de tanto esfuerzo y al igual que la gravilla se desprendía y caía hacia abajo, -hacia la horizontalidad absoluta-, su cuerpo y con él todo su yó, se desplomó aleteando sin consecuencias elevadizas, hasta lo más bajo que se puede caer.

–Adiöözzz,edzzpeddo –decía mientras caía- quedz med decüeeddem adzquéyoz quedz nduncam züdpieddon dez mïdz. –Y se estampó contra su propio molde que siempre la estuvo esperando.

De aquella gesta surgió un lustroso abono de carbono que aportó sustentación a un extraordinario manto de “margaritas” que jamás supieron de pasadas hazañas.

El Círculo Mágico...

Cuentan los últimos supervivientes de una civilización antiquísima, tanto como la luz, que unos sabios, -más de 10.000-, procedentes de todas las naciones que componían la red social del planeta, se conjuntaron en torno a un círculo mágico de 27 kms de longitud, dentro del cual se propusieron invocar el nombre de Dios para que hiciese acto de presencia; reduciendo tal manifestación a su mínima expresión que llamaron “partícula”,augurando después de esto tanto poder y sabiduría como la del mismo creador del Universo.
Estos sabios ciertamente no creían en un todopoderoso que infundiera a sus criaturas y trillonadas de estrellas movimientos dictaminados por él mismo, sino que pensaban que el puro azar tenía todo el peso de esa magnificencia.
Entonces hubo gran revuelo por parte de otros sabios que advirtieron a sus colegas del tremendo peligro que suponía llevar a cabo tan Alta Magia, ya que se rumoreaba que dicho conocimiento podía desintegrarlo todo. Pero como siempre, hicieron caso omiso a tales advertencias y tras varias invocaciones fallidas, finalmente consiguieron su propósito, aunque sin llegar a saber exactamente de lo que se trataba.
Un día, del centro del círculo mágico brotó una espesa niebla grisácea que fue expandiéndose lentamente por todo los confines del mundo, pues los sabios se vieron impotentes para contener tan desorbitada emanación que parecía no tener fin.
Fluyó y fluyó durante tres días lo que pensaban era la esencia de “la partícula divina” transformándose rápidamente como en un vapor brumoso que contenía el conocimiento absoluto. Los que inhalaron aquella consustanciación no pudieron soportarlo y enloquecieron con sus mentes sobrecargadas de tanto saber, a través del cual se iban creyendo Dios. Pero un poco antes de esto alcanzaron la privilegiada desdicha de visionar las consecuencias postreras que se conformaron con su atrevimiento.
Solo aquellos que supieron ver el verdadero rostro de la esencia divina llegaron a sobrevivir. Estos fueron un 10% de la población mundial,
los cuales siempre supieron que la auténtica "partícula divina" era el mismísimo Planeta Aire-Tierra-Agua (A.T.A).

El niño plumilla

Hojas de caduca existencia, adormecidas sobre la virutilla arenosa que se amontonaba en el duro sendero de los caminantes, al resoplido del torbellino ascendente que se producía al galope del chaval, que se movía virulento y saltón, se arremolinaban en piruetas de aceleradas espirales que tras varios e impetuosos movimientos acababan nuevamente por posarse, entre saltitos, sobre la linde de aquella hilera de árboles semidesnudos.


Aquel flacucho chaval corría que se las pelaba. Con los brazos remangados hasta los codos, con una blusilla desabotonada que le bailoteaba como un peregrino al final de su etapa , aspeándolos en un zig-zag mecánico que le impulsaba al compás de sus dos potentes remos que batía a la velocidad de una batidora casera; hacía que apenas se le distinguiesen las piernuchas por lo vertiginoso que rotaban. Y no era para menos, ya que un pincel o plumilla que le surgía de su columna vertebral, como la cola de una lagartija, iba trazando nerviosamente un entramado de signos y letras, a primera vista irreconocibles en el duro sedimento por el que galopaba.- Si te pillo te sacudiré, si te pillo te atizaré, si te alcanzo te acordarás de mí.- Eso iba escribiendo aquella cartilaginosa plumilla sin descanso desde que el pobre chaval nació. Pero yo me pregunto de qué modo pudo darse cuenta el estrafalario mocoso de lo que el rabo escribiente iba escribiendo a sus espaldas.


 

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